La crisis griega paraliza las emisiones de deuda en España

A pesar de que el Tesoro ya ha cubierto un 61,9% de las emisiones a largo plazo de deuda que tenía previsto para todo 2015, se trata de un porcentaje menor al que registraba hace un año por estas fechas. Entonces, ya tenía cubiertas un 67,9% de sus necesidades. Aunque lo está haciendo a unos intereses menores que en 2014. En cualquier caso, los analistas de SG estiman que es poco probable que el coste del bono español a 10 años vuelva a registros cercanos al 1% (esta mañana se encuentra en el 2,32%), aunque se solucione la crisis griega. "A medida que la recuperación económica se afiance, lo normal es que los intereses de la deuda vuelvan a subir", indican en SG.

Las colocaciones de deuda pública se llevan la mayor parte (más del 50%) de las emisiones de este 2015, frente a las de entidades financieras (un 30%) y a las de otras empresas (20%). Desde SG destacan que las empresas tienen ya colchones de liquidez muy importantes y no necesitan acudir al mercado como lo hacían antes. Las empresas no se sienten cómdas para emitir deuda sin saber claramente cuál va a ser el comportamiento que va a tener, afirman desde SG.

En el caso de las operaciones sindicadas, aquellas en las que varias entidades se unen para financiar este tipo de emisiones de una empresa, se han colocado 8.200 millones hasta junio en 15 corporaciones, sobre todo en el primer trimestre del año, con casos como los de Repsol (2.000 millones), Iberdrola (600) o ACS (500). Pero a partir de abril, sólo se ha formalizado una emisión de Abengoa (375 millones) y otra del Grupo Antolín (400). Incluso ADIF -el gestor ferroviario- es el último ejemplo de los efectos que la crisis griega está provocando en el sector. La compañía ha paralizado este mismo martes una emisión de bonos de hasta 1.000 millones que tenía prevista para julio, hasta que el panorama europeo se aclare.

También se ha observado una caída significativa del volumen de emisiones en el sector financiero español, sobre todo en las de deuda 'senior' (las más valoradas), que han pasado de ocho en 2014 a cuatro en este año. En este caso, "los cambios regulatorios" también están afectando, además del contexto heleno, a la parálisis de emisiones de deuda.