García y Sarasa desesperan a Alberdi y Olaizola III

García y Sarasa se mostraron muy superiores a sus rivales e incluso estuvieron a punto de marcharse a vestuarios con un marcador muy abultado, pero ese mismo marcador no refleja la dureza de un partido en el que se cruzaron a buena 591 pelotazos. Faltaron solo nueve para los 600. El dúo navarro cimentó su victoria en la defensa, haciendo imposible cualquier intento de reacción de Alberdi y Olaizola III.

Sarasa le arrimó mucha pelota a pared a Olaizola III, que no tuvo un comienzo precisamente bueno. Para el 5-1 ya había perdido cuatro pelotas. El lesakarra llevaba sin vestirse de blanco con la derecha tocada desde que jugó en Urrestilla. El zaguero de Eltzaburu se mostró más sólido que en anteriores ediciones, cuando flaqueó. En cambio, ayer dio sensación de seguridad. También la da, pero de otra forma Iván García, campeón promesa en 2016. Del delantero pamplonés llama la atención la facilidad con la que llega a la pelota, ya sea en el txoko o en el ancho. Y, además, despeja muy bien de zurda. Saca fácil la pelota de zurda y la pone bastante lejos. En el Beotibar confirmó todo los que demostró el año pasado. Es un pelotari muy completo, fino de verdad.

Querer y no poder

En el bando perdedor no se le puede poner ningún pero al azpeitiarra Alberdi, que lo intentó todo, pero su esfuerzo no obtuvo recompensa. No fue por falta de empeño. Fue él, con el 21-6 en contra, quien se encargó de maquillar el marcador. Reñido antes con las chapas y las líneas, acertó ahora con las ocasiones que dispuso. Lo que antes no le salía, ahora sí. Su mejor tanto fue un besagain de zurda en el 18-16 que rebasó a García y Sarasa.

Pero el mejor del partido, con diferencia, fue el voleón que se marcó Sarasa en el 8-2 tras una defensa increíble en un tanto en el que se dieron a buena 60 pelotazos. Menuda forma de acabar.

Agirreamalloa, que llegó al frontón apenas cinco minutos antes del comienzo del partido, y Oliden acceden a la siguiente ronda en categoría promesas tras imponerse a Egiguren y Gaskue por 22-18 en un partido incierto en el que ninguna de las dos parejas quiso llevar el mando hasta el 14-12. Hubo pocos remates, los mejores fueron del azpeitiarra Egiguren, y parecía que el choque tomaba color azul, gerriko de Egiguren y Gaskue con 14-17. Pues no, Gaskue siguió inmerso en su dinámica de errores –ocho en el peloteo además de dejar de restar seis saques– y contagió a su compañero. Fue un lastre muy grande. El oriotarra Oliden fue el mejor con diferencia. Extendió bien la pelota y fue mucho más sólido y seguro que Gaskue.