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Erik Jaka y Laso durante el partido disputado este sábado en el Labrit. Archivo
Jaka, a octavos tras ganar a Laso (22-13)
Pelota | Manomanista

Jaka, a octavos tras ganar a Laso (22-13)

Jaka tira de veteranía para superar a un Laso muy precipitado y fallón

ENRIQUE ECHAVARREN

Sábado, 14 de abril 2018, 21:08

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Erik Jaka ya está en octavos del Manomanista de Primera gracias a su victoria de este sábado en el Labrit de Pamplona por 22-13 sobre Unai Laso. El delantero lizartzarra, que se estrenaba en el mano a mano de las figuras tras dejar en la cuneta el lunes en el Aitzuri de Zumaia a Aitor Mendizabal tras ganarle por 6-22 en la previa de Aspe, se medirá el viernes en Altsasu a Joseba Ezkurdia. Palabras mayores.

Jaka intentó poner algo de cordura y serenidad a un partido loco, que acabó derivando en un correcalles. El guipuzcoano sacó partido de las prisas de Laso por acabar el tanto y también de sus continuos errores. Hasta una docena de pelotas regaló el de Biskarreta, una cifra con la que es prácticamente imposible ganar un partido, salvo que el contrario falle más que tú.

Jaka supo nadar y guardar la ropa ante la desesperación de un Laso que vio cómo se le volvía a escapar la oportunidad de pelear con los grandes. El año pasado eliminó en primera ronda a Albisu en el Labrit (19-22) para caer luego en Zumaia ante Artola (22-13). A su edad -20 años- todavía le quedan oportunidades por delante para demostrar sus condiciones en el mano a mano.

El partido no tuvo orden alguno. Cada tanto era una noria. Caía una vez en la casilla colorada y a la siguiente en la azul. Se sucedieron los empates a 1, 3, 4, 6 y 7. Nadie conseguía distanciarse en el luminoso hasta que Jaka encadenó una tacada de siete tantos consecutivos (13-7) que fueron determinantes en el devenir de la eliminatoria. Cuatro de ellos fueron fallos de un Laso al que le consumían sus ganas de finalizar cuanto antes. Mandó la pelota al fleje izquierdo, a la contracancha, al colchón inferior y de nuevo hizo sonar las tablas cercanas a la primera fila de butacas de cancha.

El delantero navarro se empeñó en restar de aire los saques de Jaka -lo hizo hasta en catorce ocasiones- y no todas sus decisiones fueron acertadas. Nervioso, desbocado, Eneko Yoldi, su botillero, trató de reconducir la situación. Pidió el primer descanso en el 9-7 y el segundo en el 15-9 cuando la eliminatoria estaba tomando unos tintes muy negros. Ninguno de los dos parones produjo el efecto deseado. Laso seguía alternando tantos de mérito con errores de bulto.

Sin salirse del guion

Jaka siguió a lo suyo, sin saltarse el guion marcado de antemano por Jokin Etxaniz. Mantuvo la calma. Tenía una renta de seis tantos (16-10, 18-12 y 19-13). Todo era cuestión de esperar a que Laso volviese a ser condescendiente. Por si acaso y para evitar una reacción de última hora que hiciese peligrar su victoria y el pase a la ronda de octavos del mano a mano, el lizartzarra decidió que era el momento de finiquitar la eliminatoria de una vez por todas.

Un dos paredes sin oposición puso el 20-13 en el luminoso. Un zurdazo atrás el 21 y su primer y único saque -Laso no pudo poner la pelota en el frontis tras restar de aire- fueron suficientes. El correcalles había llegado a su fin. Jaka acabó satisfecho. Laso, no tanto. El de Lizartza deberá mejorar muchos aspectos de su juego si quiere derrotar a Ezkurdia. No será tarea fácil. Lo sabe...

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