Exhibición sin recompensa de Jokin Altuna en Bilbao

Altuna III, a quien en sus últimos compromisos le había correspondido jugar con bastante menos zagueros que el delantero contrario, encontró en Beñat Rezusta el apoyo para abrir el tarro de las esencias. Su fase de inspiración entre el 3-5 y el 4-17 confirmó su clase. Oinatz Bengoetxea, a quien distinguen su carácter y su afán de pelea, vio cómo se le venía encima un vendaval de remates.

Jokin Altuna firmó dos jugadas de dos paredes, una a bote y otra de volea, varios ganchos -entre ellos, uno magistral-, ejecutó cortadas, engañó a los rivales... Una delicia verle.

Oinatz Bengoetxea no encontraba huecos mientras el de Amezketa veía amplios pasillos por los que colar la pelota. Desesperado, se salió incluso del juego por momentos, si bien protagonizó una reacción final para maquillar el marcador. No sirvió para nada más.

Jon Ander Albisu volvió a mostrarse tan sólido como la semana pasada en Azkoitia y Zarautz. Resistió a Rezusta, no se dejó avasallar por el de Bergara. No es poco en los tiempos que corren. Dio la impresión de que estaba para mayores empresas. Le faltó, esta vez, mayor colaboración por parte de su compañero. Tampoco es fácil frenar a un Altuna en vena de aciertos.

Gracias a esta victoria Gorbeia empató a uno con Anboto, adelantado 1-0 gracias al triunfo de Bakaikoa sobre Jaunarena, favorito para la cátedra, mano a mano en toda la cancha. El vigente subcampeón de Segunda pudo con un habitual en Primera que ganó la txapela de la división de plata en 2012. Los cinco años posteriores no hemos asistido al auge de un pelotari de personalidad débil.

Dominó el peloteo al principio, abrió una brecha de cuatro tantos y llevaba la manija del juego. Un espejismo. Bakaikoa mantuvo el ritmo. Jaunarena, en cambio, perdió el suyo para entrar en una vorágine de errores y desconfianza. Y cuando se ve por detrás, cae en picado. Historia conocida.

La resolución del Torneo Bizkaia quedaba pendiente del partido dentro de la jaula entre un Víctor en dinámica positiva y un Julen Retegi especialista de la distancia. El riojano inclinó la balanza a su favor gracias a la velocidad de su pelotazo y a su mayor capacidad para definir en un compromiso donde abundaron los fallos por ambas partes.

El último correspondió a Julen Retegi, quien cometió la segunda de sus dos faltas de saque en el último tanto. Adiós.

La aportación de Víctor, con pleno de victorias -tres de tres- ha resultado fundamental en este Torneo Bizkaia.