Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
Julián Iparragirre y Abel Barriola se abrazan tras ganar el leitzarra un partido en el Ogueta de Gasteiz.
«Abel ha sido uno de los zagueros  más completos que he conocido»
PELOTA

«Abel ha sido uno de los zagueros más completos que he conocido»

Julián Iparragirre fue uno de los descubridores del pelotari de Leitza

ENRIQUE ECHAVARREN

Viernes, 5 de mayo 2017, 07:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Julián Iparragirre es una de las personas que mejor conoce a Abel Barriola. Fue, junto a Miguel Mari Aldaia, su monitor cuando el zaguero leitzarra dio sus primeros pelotazos. «Abel tendría ocho años cuando ingresó en la escuela. Hacíamos dos entrenamientos semanales, martes y jueves. Estábamos en el frontón desde las cinco hasta las nueve de la noche. Eran cerca de 45 chavales y todos estaban ilusionados», recuerda 'Iparra', vecino y gran amigo del pelotari.

A muchos pelotazales se les hará conocido su rostro y su voz. Lleva tres lustros compartiendo sus comentarios con Iñaki Elorza en Euskadi Irratia en los partidos de pelota, tanto de profesionales como de aficionados. Tiene 67 años y hace solo siete que se ganó la jubilación en la papelera Sarrió, donde trabajó desde la mayoría de edad. Sabe de lo que habla porque también hizo sus pinitos como aficionado. Llegó a ser campeón de Navarra de parejas. «Gané la txapela con Arzelus I ante Lujambio I y Etxegoin. Creo que fue en 1984», rememora.

También era zaguero, como Abel. «Era trabajador, seguro, pero del montón. En aquellos tiempos se jugaban muchos más partidos que ahora en aficionados. Ibas a jugar a Bizkaia, a Gipuzkoa...». Una vez colgado el gerriko, su pasión por la pelota le llevó a entrar como monitor en la escuela de Leitza, donde impartió sus conocimientos durante dieciséis años. Allí coincidió con Barriola. Iparragirre está convencido de que «el pelotari nace pelotari. A Abel no había que enseñarle muchas cosas. Casi siempre jugaba de zaguero, aunque en algún que otro Interpueblos de Navarra lo hizo de delantero siendo alevín o infantil. Y en algunos torneos también».

Progreso continuo

Barriola fue progresando a medida que fue creciendo. «Con diez o doce años ya se veía que podía ser pelotari, destacaba sobre el resto. Tenía dos brazos sueltos y dos buenas piernas. Andaba fácil en la cancha. Le poníamos partidos contra pelotaris uno o dos años mayores que él para que se hiciese, pero ante ellos también brillaba. En aquel momento, Abel y Alduntzin eran los pelotaris a seguir, los que más atención llamaban, pero nunca pensabas que en el futuro sería capaz de ganar las tres txapelas, Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio», dice.

«Ha decidido retirarse y no me da pena, pero le echaré de menos»

  • A 'Iparra' le cuesta hacerse a la idea de que cuando cuelgue el gerriko en el Atano III de Donostia, ya no volverá a verle en los frontones. «Le echaré de menos, yo y todos los pelotazales porque ha sido un gran profesional, pero es ley de vida. A mí no me da pena que se retire, porque lo ha decidido él. Aspe le ofrecía un año más de contrato, pero estoy seguro de que habrá acertado al tomar esa decisión. Más pena me da ver a chavales que han debutado con 18 años y cuatro temporadas después están en la calle, o pelotaris como Irujo o Zubieta que están parados por lesión. Abel tiene la cabeza muy bien amueblada. Es jatorra además de plaza gizon». Al ya expelotari le espera el mismo domingo una cena popular en las escuelas de Leitza. Ya hay 300 personas apuntadas.

Y su explosión definitiva llegó en categoría juvenil, con dieciséis años. «Estaba más hecho, se veía que podía ser un pelotari grande, pero nosotros le inculcábamos que tenía que seguir trabajando y tener suerte. Muchos pelotaris que despuntaban en esa categoría luego se quedaban en el camino. Era un ganador nato y muy responsable para su edad. Muy exigente consigo mismo. Cuando no acababa a gusto un entrenamiento, era capaz de alquilar él solo el frontón al día siguiente para mejorar lo que había hecho mal».

Las campanas del profesionalismo no tardaron en llamar a la puerta de la casa de los Barriola. «La empresa Alti ya le había echado el ojo desde hacía tiempo. Abel tendría 17 o 18 años y su mejoría era notoria en los entrenamientos. Pero justo antes de dar el salto a profesionales estuvo varios meses parado por mal de manos. Esa fue la causa de que se atrasase su debut», señala 'Iparra'.

El veterano pelotazale leitzarra ha visto jugar a muchos zagueros en infinidad de frontones. Sus reflexiones son de peso. «En su época, Ladis Galarza o Tolosa tenían más pegada. Luego apareció Beloki y ahora están Rezusta y Zabaleta. Pero a pesar de no tener su pegada, Abel ha sido uno de los zagueros más completos que he conocido».

Iparra lo dice como lo siente, sin cortapisas, libremente. «Tengo una gran relación con él, un cariño especial. Conmigo se ha portado siempre de diez. Ni una mala cara, ni un mal gesto, nada. Siempre dispuesto a echarte una mano, por eso es tan querido por todos».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios