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El monoplaza de Hamilton, en llamas.
Rosberg, 'on fire'
gp de hungría

Rosberg, 'on fire'

El líder del campeonato suma su sexta pole del año, en una sesión marcada por el incendio de Hamilton, la pifia estratégica de Ferrari y la lluvia en la última tanda

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

Sábado, 26 de julio 2014, 15:30

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Todo le pasa a Hamilton y todo le sale bien a Rosberg. Así parece estar escrita la ley de estas últimas carreras del campeoanto, en la que la mala suerte se ha cebado con el británico, mientras que la buena estrella está sonriendo al alemán. Nico ha sumado su sexta pole de la temporada, y como ocurriera en Hockenheim hace una semana, sin Lewis Hamilton zumbándole en la oreja. Nuevamente ha sido la mecánica la que se ha aliado con Nico, ya que Lewis ha quedado eliminado a las primeras de cambio. Sería injusto otorgarle todo el valor de la pole de Rosberg al abandono de Hamilton, porque no ha sido el único incidente de la sesión de clasificación, pero sin uno de los Mercedes en pista, el otro puede respirar más tranquilo.

El despiste de Ferrari

Hamilton no se lo podía creer. Sólo había dado una vuelta de instalación, y cuando estaba enfocando las últimas curvas antes de la recta de meta, empezó a oler a chamusquina. Literalmente. Una fuga de combustible en la parte trasera de su W05 provocó primero una fumata azulada, y después unas vistosas llamaradas que le obligaron a retirarse. Hamilton llevó como buenamente pudo su monoplaza hasta la entrada de la calle de boxes, donde estaban ya esperándole prestos los comisarios con los extintores. El puñetazo que Hamilton le pegó a los neumáticos de protección lo decía todo. Hamilton saldrá desde el 'pit lane', obligado a cambiar el chasis de su monoplaza, algo que también le ha ocurrido al danés Kevin Magnussen (McLaren). A diferencia de lo ocurrido el pasado domingo, aquí Hamilton tendrá más problemas para remontar, ya que en Hungaroring no se prodigan, históricamente, los adelantamientos.

Ferrari también pidió su cuota de protagonismo en la caótica Q1. Mientras Vergne se encontraba con el mejor tiempo, por detrás la lógica hacía pensar que sin Maldonado ni Hamilton, los otros eliminados serían los hombres de Marussia y Caterham. Eso fue lo que pensaron en Ferrari que, a diferencia de otros como Force India -hicieron salir a Hülkenberg para reasegurar su pase a la Q2-, decidieron dejar en boxes a Kimi Räikkönen. Craso error... otra vez. Jules Bianchi se sacó una vuelta imposible con el Marussia y, como en Gran Bretaña, Räikkönen quedó eliminado en la primera tanda de la clasificación. Entre una vuelta nada buena de Kimi y un exceso de confianza de los ingenieros, en Ferrari han vuelto a hacer el ridículo con uno de sus pilotos.

Así se las ponían a Rosberg

Después de una relativa calma en la Q2, en la que pasaron los favoritos, justo antes de que diera comienzo la Q3, empezó a llover. Todos los pilotos se apresuraron a salir a dar una vuelta; el objetivo era claro: dar una vuelta antes de que cayera el previsible chaparrón. Los nervios a flor de piel, con Rosberg por delante de todos y sin opción a error. Mucho que ganar había en juego, y quizá por eso Kevin Magnussen perdió el punto de frenada.

Justo después de que Rosberg se colara a final de recta, el danés de McLaren perdió el control de su monoplaza y acabó estampándose contra las protecciones. El coche quedó destrozado, por lo que se hizo imprescindible sacar la bandera roja y parar la clasificación hasta que retiraran el monoplaza accidentado. El resto de pilotos respiraron, porque muchos se habían colado sin hacer un buen tiempo. Al no marcar crono nadie, partían para la reanudación en igualdad de condiciones. Sin embargo, la lluvia se retiró y en seis minutos se tuvieron que jugar el todo por el todo.

Tras la reanudación todo parecía cosa de cuatro pilotos. Por un lado, los Williams, con un Bottas inmenso y un Massa que quería dar la sorpresa. Por otro, Sebastian Vettel, que rozó la épica, y su compañero Daniel Ricciardo, sin olvidar por supuesto el gran favorito, Nico Rosberg. El resto, incluido Fernando Alonso, meras comparsas invitadas para ver cómo se repartían las primeras posiciones. Los últimos instantes, de infarto: Rosberg marcaba un buen tiempo, Bottas se quedaba muy cerca, Vettel recuperaba la primera posición por sólo 35 segundos y se daba la bandera a cuadros. Aún venía en vuelta el líder del campeonato, todo estaba en el aire... y la realidad golpeó con fuerza: Rosberg mejoraba el crono de Vettel en cuatro décimas, ni más ni menos, y sumaba la décima pole de su carrera deportiva, sexta de 2014.

Mientras, por detrás, Fernando Alonso abortaba su último intento, tras verse satisfecho con el sempiterno quinto puesto de la parrilla. Por trigésimo tercera vez, todo un récord, el piloto asturiano saldrá desde esa plaza el domingo. El objetivo del podio no será fácil, pero es factible. 'Sólo' le hace falta un poco de suerte, una buena salida y que la mecánica le aguante. Las previsiones hablan de un 80% de probabilidades de lluvia durante la carrera, así que se augura una prueba de infarto. Ya lo dicen los estudios: el día más estresante del año laboral es justo el anterior a las vacaciones.

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