Ander Vilariño, campeón de la Challenge Europea de Resistencia de Sport

«Estoy supercontento, es la verdad. Miro hacia atrás y repasar todas esas carreras y los títulos que he logrado es una pasada», reconoce el piloto guipuzcoano quien atiende la llamada de este periódico camino al aeropuerto de regreso a casa. Vilariño argumenta que «siempre es difícil ganar, en cualquier circuito, con cualquier coche y en cualquier categoría. Además los organizadores de este campeonato han ido modificando las normas para que la igualdad prime entre todos los pilotos. Es parte del juego y que ellos quieren que su campeonato sea atractivo y que haya mucha gente optando al podio. Por eso y porque ganar siempre sienta bien, estoy muy contento».

No hay mejor excusa para que el segundo de la saga Vilariño, si nos atenemos solo al carné de identidad, por detrás de su padre Andrés y delante de su hermana Ángela, sople hoy las 38 velas de su cumpleaños. El mejor regalo que le ha podido caer es el triunfo en el europeo de Resistencia junto con sus inseparables compañeros Alain Ferté y Philippe Illiano. «El año pasado gané este campeonato el día de mi cumpleaños y hoy un día antes. Sí, hoy soplaremos las velas con mi mujer y los niños. Tengo ganas ya de descansar algunos días».

El equipo TFT ha brillado especialmente en este campeonato logrando el título con el monoplaza con el dorsal 2 pilotado por Vilariño, Ferté e Illiano. Han completado el podio Bazaud, Caillon y Thirion en segundo lugar, mientras que la tercera plaza del cajón ha sido para el equipo formado por Capillaire, Creed y Melnikov. «Parece sencillo paro para el equipo hacer el pleno en el podio es un hito», relata el guipuzcoano.

La prueba de ayer tenía en la sencillez, su principal dificultad. «Sabíamos que no iba a ser un paseo militar aunque es cierto que contábamos con cierta ventaja», explica Vilariño. «Además la cerrara fue muy loca, con muchísimos 'safety car' y eso al que no le interesa que haya muchos sobresaltos, la verdad es que le incomoda. En el primer turno ya hubo dos coches de seguridad y ahí nos dimos cuenta de que lo mejor era ver los toros desde la barrera sin arriesgar. Aprovechamos un 'safety car' para repostar sabiendo que las opciones de triunfo ya se quedaban fuera pero lo que primaba era el campeonato al final».

Vilariño reconoce que termina la temporada «casi agotado. Ha sido un año muy duro». Además de tomar parte en la Challenge Europea de Resistencia de Sport Prototipos, también ha participado en este 2017 en la GT4 Series a los mandos de un Porsche Cayman, donde ha terminado en tercera posición. «Ha sido un año muy largo, he corrido 25 carreras entre los dos campeonatos, y claro al ser una de ellas de resistencia he pasado muchas horas al volante. De verdad que este año necesito unas vacaciones aunque el equipo me ha dicho si la semana que viene puedo probar un motor nuevo», comenta algo resignado aunque con tono de broma. «No sé qué haré al final. Igual les doy plantón», dice entre risas.

Son ya muchos títulos, pero todos «hacen la misma ilusión, de verdad. No sabría decir porque los Fórmula tienen su cosa, los de Montaña también la Nascar por supuesto y esos últimos dos títulos los compartes con tus compañeros de pilotaje. Ha sido una gozada, de verdad», agrega el heptacampeón europeo.