El Bidasoa cae en Granollers de la manera más cruel

Los de Jacobo Cuétara no están teniendo demasiada suerte durante esta primera parte del campeonato y lo que pasó en el Olimpic de Granollers fue una nueva muestra de ello. Los irundarras pelearon hasta el último segundo del partido contra los vallesanos para no volverse de vacío. Tuvieron en la mano una victoria que les hubiera permitido poner tierra de por medio con la parte baja de la tabla. Dispusieron de un balón para marcar y asegurarse, al menos, uno de los dos puntos que se pusieron en juego. Pero nada de eso pasó.

El Bidasoa-Irun perdió ayer en su visita al Granollers y sí, perdió de la manera más cruel. En la última jugada del partido. En el último segundo. Tras un gol de Adriá Figueras ante el que nada más se pudo hacer. Todo el trabajo realizado durante los sesenta minutos del partido quedaron en nada con el tanto del pivote catalán. Figueras lanzó algo escorado, pero colocó el balón por debajo de las piernas de Ledo y puso el definitivo 30-29.

El portero bidasotarra se quedó tendido en el suelo. Los jugadores se llevaron las manos a la cabeza. El entrenador se cruzó de brazos y se quedó inamovible. Al Bidasoa se le había escapado una gran opción para ganar en casa del que a día de hoy es el tercer clasificado de la Liga Asobal. Sí, fue una derrota cruel.

Solo tuvieron que transcurrir unos minutos del partido para constatar que el Bidasoa-Irun iba a rondar su mejor versión en Granollers. Los de amarillo salieron muy enchufados a la cancha y para el minuto cinco, y tras un gol de Popovic, ganaban por tres, 1-4. Cierto es que el choque se fue igualando con el paso del tiempo y que los catalanes consiguieron mandar, pero los bidasotarras no le perdieron en ningún momento la cara al partido.

Antes del descanso los locales ya habían tomado la delantera en el marcador y consiguieron ir ganando por tres goles, 17-14, aunque al entreacto se llegó con un igualado 18-16. Nada más volver de los vestuarios, con un gol de Serrano y otro de Aldaba, el Bidasoa devolvió las tablas al luminoso y de ahí hasta el final la igualdad fue total.

El momento más crítico para los de Irun tuvo lugar con el 28-26, pero los hombres de Jacobo Cuétara supieron mantener la calma para empatar, ponerse por delante y tener dos opciones para asegurar, al menos, un punto. Pero las dos opciones fueron desperdiciadas. Una con el 28-29, que hubiera colocado al Bidasoa dos arriba a falta de tres minutos. Y otra con el 29-29, a menos de un minuto del final. Pero el que vio puerta fue Figueras, cuando no había tiempo para más. El Bidasoa se queda a dos del descenso.