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Los jugadores del Bidasoa fueron recibidos en la plaza San Juan tras ganar la Copa ante el Barça en el año 96.
Copas con sabor a chocolate
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Copas con sabor a chocolate

El Bidasoa, que juega la fase final el viernes, ganó dos títulos en el 91 y 96

BORJA OLAZABAL

Miércoles, 7 de junio 2017, 07:40

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El viernes, día 9 de junio, el Club Deportivo Bidasoa volverá a estar presente en la fase final de una Copa del Rey. Jugará los cuartos de final contra el Granollers. Los irundarras han pasado muchos años de penurias en una División de Honor Plata que no les corresponde, pero la temporada pasada recuperaron su plaza en la Liga Asobal y, poco a poco, se quieren volver a hacer un hueco entre los mejores.

Con la permanencia en la mano, el de amarillo será uno de los ocho equipos que dispute en León la final a ocho por el título copero. En León y un 9 de junio, pero de hace veintiún años, el club irundarra consiguió su segunda y última Copa del Rey. La historia y el balonmano le vuelven a hacer un guiño al Bidasoa. Y es que la historia del balonmano no se entiende sin el Bidasoa.

Los hombres de Jacobo Cuétara necesitaron tirar de épica para colocarse en la fiesta leonesa. Tuvieron que remontarle siete goles de desventaja al Benidorm en los octavos de final. A partir del viernes intentarán emular a aquellos equipos bidasotarras que en el año 91 y en el 96 conquistaron la Copa.

Eso sí, no lo tendrán nada fácil para superar al Granollers en la primera de las eliminatorias, aunque ya le ganaron en liga, y sería un milagro derrotar en semifinales a un Barça que solo pierde en Europa. Ya nada es igual que en los años dorados del balonmano en Irun, cuando las copas sabían a chocolate.

La primera, en Alzira

Con el 16-16 en el marcador acabó el tiempo reglamentario en aquella final que se disputó el 27 de enero de 1991 en Alzira. Un resultado de otra época y contra un rival de otra época, el Atlético Madrid. La igualdad fue máxima durante todo el choque, aunque los irundarras entraron con dos goles de ventaja a los cinco últimos minutos. Pero Sveinsson, de penalti, y Hermida llevaron la final a la prórroga.

En el añadido los de Irun fueron mejores. Solo encajaron dos goles en diez minutos, gracias a una sólida defensa y a las paradas de Zúñiga, y se llevaron el título al imponerse 21-18. Diecisiete de los veintiún goles fueron obra de Bogdan Wenta (8) y Alfred Gislason (9).

Un enfadadísimo Juan de Dios Román, que entrenaba al Atlético, dijo al término del encuentro que «no hemos jugado bien, Zúñiga ha estado brillante y no nos han ayudado nada una serie de cuestiones».

Revancha contra el Barça

Cinco años después, el 9 de junio del 96, llegó el segundo título de Copa del Rey para el Bidasoa. Fue en León ante el Barça y sirvió, en cierta manera, como revancha tras la final de Copa de Europa que le habían ganado unos meses antes los catalanes a los irundarras.

La final se mantuvo igualadísima hasta su desenlace. Al último minuto, y tras un gol de Urdangarin, se llegó con el 20-20 en el marcador. El Elgorriaga tenía en su mano el triunfo e Iñaki Ordoñez consiguió marcar, pero los colegiados, Amigó y Costas, anularon el gol por falta previa. Entonces tomó la responsabilidad Perunicic, que llevándose a todo el que se puso en medio por delante, hizo el 21-20. El Barça tuvo un último ataque para empatar, pero Jordi Nuñez realizó dos paradas, la primera a OCallaghan y la segunda a Garralda, y la Copa volvió a llenarse de chocolate

Curiosidades coperas

Las dos Copas ganadas por el entonces Elgorriaga Bidasoa dejaron algunas curiosidades. Podríamos empezar con la portería. Y es que Tomas Svensson, campeón de Europa con los de Irun, fue el portero rival en los dos títulos coperos bidasotarras. También estuvo presente en las dos finales Iosu Olalla, que ganó la del 91 con el Bidasoa y perdió con el Barça la del 96.

Con la camiseta amarilla levantaron el título por partida doble dos jugadores, Ángel Fernández y Viky de la Haza, además de Juantxo Villarreal. El técnico aseguró tras ganarle al Barça que Kisselev, el mejor jugador de aquella final, seguiría en Irun, pero el ruso, también en una entrevista a pie de pista, dijo lo contrario. Fichó por el Teka.

El viernes el Bidasoa-Irun se reencontrará con su historia. El doctor Ricardo Jiménez, que estuvo en las finales del 91 y el 96, estará en la Final-8 del 2017.

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