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ÁLVARO VICENTE
Lunes, 6 de marzo 2017, 08:10
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Imanol Rojo (Tolosa, 1990) no tenía muchas ganas de hablar por teléfono ayer por la tarde porque su gran objetivo de la temporada, el Mundial de 50 kilómetros skating, se le había ido por una circunstancia que nunca hubiera imaginado. No fue un problema físico o una caída de lo que le apartó de la carrera, fue el material, las tablas de sus esquis. No respondieron como debían en una pista «durísima» por las bajas temperaturas de los últimos días (ayer -2,7º en el aire y -4,1º en la nieve). «En esas condiciones, con la nieve muy helada, se necesitan cantos y a mí se me han reventado a los pocos kilómetros. No podía bajar, iba descontrolado, y en las subidas me frenaba», relata.
El tolosarra había hecho lo más difícil, aguantó el tirón inicial del pelotón de esquiadores, pasó el kilómetro cinco a apenas siete segundos del líder, pero «en torno al kilómetro diez» tuvo que abandonar. «Es un palo duro porque toda la temporada estaba enfocada a esta prueba. Duele todavía más porque me encuentro en un buen momento de forma y esperaba hacer un buen resultado», confesaba el esquiador de la firma Salomon. Ese buen resultado hubiera sido acabar entre los veinte primeros clasificados de los 69 que tomaron la salida.
Rojo abandonará hoy la ciudad de Lahti, en la que se ha celebrado el Mundial, con destino a Suiza, donde esta semana competirá en una prueba de 42 kilómetros. Más allá del resultado, en su cabeza solo ronda el saber qué ha pasado para que el material no haya respondido como debía. «No sé si ha sido un problema del skiman (la persona que encera las tablas) o del material en sí. Tenemos que analizar las causas porque después de tantos meses de preparación no puede volver a repetirse una situación como ésta». Su otro objetivo está en la Copa de Europa que se celebrará en Austria.
El fondista del club Uzturre es un habitual de la Copa de Europa, pero también ha disputado más de una docena de pruebas de la Copa del Mundo y los Mundiales tanto júnior, como Sub 23 y absoluto, en Val di Fiemme'13 y Falun'15, y fue olímpico en Sochi 2014.
Desenlace al sprint
Rojo no pudo acabar ayer una carrera con un desenlace espectacular. Seis esquiadores entraron juntos en el estadio después de 49.600 metros. La prueba, celebrada en un circuito de 9.923 metros al que había que dar cinco vueltas y con un desnivel de 323 metros, se decidió en la última curva con el público levantado de sus asientos. El canadiense Álex Harvey fue el más rápido en el sprint y hoy es el nuevo campeón del mundo con un registro de 1:46:28.9 seguido del ruso Sergey Ustiugov a seis centésimas. Completó el podio el finlandés Matti Heikkinen a 1,4 segundos. Acabaron exhaustos.
El noruego Ander Gloeersen era el líder de la prueba en el kilómetro 45, pero no pudo aguantar el ritmo de los perseguidores y acabó relegado a la undécima plaza a 16 segundos del ganador. Cinco esquiadores noruegos se metieron entre los once primeros clasificados. Acabaron la prueba 62 esquiadores y siete no pudieron acabarla.
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