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Iker Irribarria, exultante tras ganar el Manomanista en el Frontón Bizkaia.
Adiós al 2016, un año de oro para el deporte de Gipuzkoa
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Adiós al 2016, un año de oro para el deporte de Gipuzkoa

Bera Bera, Bidasoa-Irun, San Juan, Hondarribia y Txuri Urdin son algunos de los clubes laureados durante la campaña 2016

OSKAR ORTIZ DE GUINEA

Domingo, 1 de enero 2017, 08:52

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Varios títulos mundiales y europeos, triunfos en el Tour de Francia y en Roland Garros y una txapela del Manomanista emergen a la sombra del título olímpico de Maialen Chourraut, que reluce en un balance dorado de un 2016 que acabamos de despedir.

La palista de oro. La mejor deportista del año en Gipuzkoa es Maialen Chourraut. Así lo decidieron la Diputación y la Asociación de la Prensa Deportiva, y su propio hito en Río de Janeiro, donde la piragüista logró el primer título olímpico individual en la historia del deporte guipuzcoano. A punto de quedar eliminada en la ronda previa al saltarse una puerta, en la final bordó su bajada por el canal de Whitewater Stadium de Deodoro. Rompió la barrera de los cien segundos y nadie, ni la inquietante Jessica Fox, rebajó su marca. Su natural expresividad, sus gritos de alegría, el chapuzón de su entrenador, Xabi Taberna, y de su marido y seleccionador, Xabier Etxaniz, y el posterior beso de la hija de ambos, Ane, fueron unas de las imágenes de la cita olímpica.

Elosegi lidera a los 'humanos'. Si Maialen fue de otro planeta en Río, el resto de guipuzcoanos no pudo entrar en la órbita del Olimpo. Ander Elosegi, cuarto en los dos Juegos anteriores, marcó el mejor crono en la semifinal, pero en la final tocó la primera puerta y se condenó a otro diploma.

Misma recompensa logró el piragüista Iñigo Peña, que integró la amplia delegación del territorio en Río junto a Markel Alberdi, Ane Santesteban, Jon Izagirre, Ainhoa Murua -que se retiró lesionada en su cuarto triatlón olímpico-, Amaia Erbina, Ignacio Martín, Pablo Feijóo, Igor Genua, Trihas Gebre y Nely Carla.

En los Juegos Paralímpicos, el veterano ciclista Amador Granados se colgó el bronce con el trío estatal de velocidad olímpica. Una de las noticias en Río fue la ausencia del que parecía incombustible Richard Oribe, que anunció su retirada de la élite. En la piscina, sin embargo, debutó el joven Iñigo Llopis.

Garbiñe reina en París. Muguruza comenzó 2016 en el tercer puesto del ránking mundial y lo acaba en el séptimo, lo que significa que su año no ha sido redondo. Sus lagunas mentales la sacaron de la pista más de una vez, y solo alcanzó una final. Pero fue en Roland Garros y desarboló a Serena Williams.

Irribarria recuerda a Tolosa. 19 años y 326 días tenía Iker Irribarria cuando su cañón en la zurda derribó a Mikel Urrutikoetxea en la final del Manomanista. El de Arama se convirtió así en el campeón más joven por delante de Rubén Beloki, que se coronó con 20 años. De esta forma, Gipuzkoa recuperó una txapela que no era suya desde que Joxean Tolosa la conquistó en 1989. La pelota guipuzcoana ha recuperado un papel predominante en este 2016. Junto a la txapela mayor de Irribarria, ha sido el año de la confirmación de Jokin Altuna, finalista del Cuatro y medio. Y todos los torneos de promoción han tenido campeones guipuzcoanos: Aitor Mendizabal (Manomanista), Erik Jaka (Cuatro y medio) y Xabi Tolosa (Parejas).

Real y Eibar. 2016 ha sido un buen año para los dos equipos en Primera. Los txuri urdin llegaron a Navidad en uno de sus mejores momentos de juego de la historia. 18 triunfos, siete empates, y 12 derrotas en 37 partidos. Esos 61 puntos aseguran Europa y, más importante, la reconciliación con la afición con un equipo plagado de canteranos.

El Eibar, por su parte, arranca la última hoja del calendario tras 11 triunfos, nueve empates y 17 derrotas, doce correspondientes al ejercicio anterior, lo que limita su cuenta de puntos a 42, que casi asegurarían la salvación. En dos campañas y media, cada jornada parece asentarse más en una categoría en la que los millones televisivos dotan de munición a todos los clubes.

En la Primera femenina, la Real fue quinta tras cuajar su mejor actuación en la Liga. El Oiartzun, por su parte, ató la permanencia en su retorno a la élite.

Bera Bera, Bidasoa, San Juan, Txuri. En el resto de deportes colectivos,

Gipuzkoa dio varios arañazos a la gloria. El Bera Bera de balonmano se aferra a su era dorada, y llevó a sus vitrinas la Liga, la Copa y la Supercopa, y en enero retomará otra Liga desde el primer puesto en un año en el que estrena el patrocinio de Super Amara, lo que da aire a sus ahogos económicos. En su versión, Bidasoa-Irun regresó a la Liga Asobal al dominar la fase de ascenso disputada en Artaleku.

Dieciséis años después de su doblete Liga-Copa, el Txuri Urdin renovó su ilusión y rompió su sequía de títulos. Se le escapó el de Liga ante un Jaca campeón en Donostia, pero una semana después el Palacio de Hielo volvió a estar a reventar en la final de Copa para disfrutar del triunfo del Txuri, otra vez grande.

Enorme también fue el verano de la trainera de San Juan, que logró otro doblete en la Liga Euskotren y en La Concha. Hibaika, sin embargo, obligó a exprimirse a las Batelerak. En hombres, Hondarribia no pudo con Urdaibai en ninguna de las dos competiciones, pero encadenó los títulos de Gipuzkoa, Euskadi y España tras no dejar ni las migas hasta mitad de temporada.

GBC e Iraurgi, las cruces. En un territorio con tanto equipo en las máximas divisiones estatales -Ampo Ordizia y Hernani (rugby), Real y Atlético (hockey), IDK Gipuzkoa (baloncesto)...- es normal que alguno pueda perder esa condición, y más en época de tanta estrechez económica. Es lo que le sucedió al Gipuzkoa Basket que, esta vez sí, se cayó de la ACB tras un nuevo descenso deportivo fruto de su escasos recursos económicos pero, también, del poco acierto en la planificación. También perdieron su plaza en la élite el Añares Rioja ISB (baloncesto) y el Aiala Zarautz (balonmano).

Jon Izagirre. Ser capaz de batir a Sergio Henao en la cima de Puy, de derrotar a Tom Dumoulin en el prólogo de Romandía, de superar a 'Superman' López y Fabian Cancellara en la crono de la Vuelta a Suiza, de finalizar en el podio en las dos rondas helvéticas y de rematar una fuga en una jornada de alta montaña en el Tour de Francia la víspera de llegar a París; significa que sobre sus piernas hay mucho ciclismo. Cada año que pasa, en mayores dosis. Así es el menor de los hermanos Izagirre, cuya calidad y puntos UCI le han permitido dejar Movistar para recalar en el nuevo Bahrain-Merida, creado en torno a Vincenzo Nibali, una de las víctimas de Jon en su exhibición de astucia y administración de esfuerzos aquella tarde de julio camino de Morzine.

Vilariño, Francesena... La lista de deportistas que guardarán un grato recuerdo del significativo 2016 es amplia. Tras tres títulos en sus cuatro años en la Nascar europea, Ander Vilariño buscó nuevos retos en el mundillo de la resistencia y volvió a proclamarse campeón de Europa.

Lucas Egibar, por su parte, no pudo reeditar su triunfo en la Copa del Mundo de snowboard cross, pero muy al final logró encaramarse al tercer puesto del podio.

También en la nieve holló el éxito Imanol Rojo, campeón de Europa de maratones de esquí de fondo. En otra disciplina lejos de los focos mediáticos, Maite Maiora se proclamó campeona del mundo de maratón de montaña. El último gran éxito para Gipuzkoa lo cosechó ya en diciembre Aitor Francesena. El zarauztarra se zambulló en aguas californianas y regresó como campeón mundial de surf adaptado tras una lección de arte sobre su tabla y de coraje diario a pesar de su ceguera.

Iñurrategi se queda a un paso. Acostumbrados a tantas expediciones con final feliz, esta vez no pudo ser y el montañero Alberto Iñurrategi -en compañía de Juan Vallejo y Mikel Zabalza, y el cámara Jon Herranz, miembros de la expedición WOPeak al Gasherbrum- no pudo culminar su deseo en la cordillera del Karakórum. Tras su éxito un año antes en el Chamlang, esta vez no les derrotó el Himalaya sino las adversas condiciones climatológicas que se encontraron en sus intentos por hacer cumbre. Lo volverán a intentar.

Méritos sin gloria. El año también dejó otras hazañas sin cumplir, como la de Asier Cuevas. En su tentativa por lograr un nuevo podio tras su subcampeonato mundial de 100 kilómetros logrado en 2015, el eibartarra debió abandonar en Los Alcázares (Murcia). Sobre el kilómetro 40 pisó mal una baldosa, su isquio crujió y meses de preparación se diluyeron en un tramo adoquinado. Poco después también se retiró Ibon Esparza y Xabi Alonso acabó en ocho horas y media. En la misma prueba, Eva Esnaola alcanzó el subcampeonato en la categoría de veteranas W55 tras tras nueve horas de pelea.

Santacana, en el camino. En un año sin Juegos Paralímpicos de Invierno ni Mundiales, la semana pasada Jon Santacana inició con un triunfo en la Copa del Mundo de St. Moritz su camino hacia el Mundial de Tarvisio 2017, del 22 al 31 de enero. Además de las medallas, en juego estarán los puntos de clasificación para los JJPP de Pyeongchang 2018.

Año de despedidas. Los calendarios siguen pasando, y la edad, las lesiones o nuevas inquietudes llevaron a la retirada a deportistas como el atleta Mikel Odriozola, el esquiador Paul de la Cuesta o las jugadoras de balonmano Eli Pinedo y Matxalen Ziarsolo, que no son guipuzcoanas pero dejaron su sello en el Bera Bera y se impregnaron del ADN Gipuzkoa en un año de oro.

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