El Rugby Bera Bera tiene cantera

A eso se les enseña a los jugadores desde muy temprana edad y por eso, muchos de los que participan en la escuela del Bera Bera han quedado enganchados y siguen hasta intentar acceder al equipo, ahora en División de Honor B, y que aspira a regresar a la máxima categoría con un equipo cien por cien hecho en su cantera.

Quise estar con Ander Lazpita, responsable de la sección de rugby y de la escuela, al control de un centenar de chavales que practican con ilusión este noble deporte: «Tenemos tres equipos en la escuela, hasta los sub-14, que también juegan una Liga, y cuatro equipos federados». En las oficinas del Polideportivo de Manteo me acompañan también el gerente, Igor Etxeberria, e Iñigo Imaz, responsable deportivo del club. La conversación es fluida y constructiva, aunque recalcan que «es difícil hacer deporte en Donosti en unas condiciones adecuadas. Estamos en Manteo, pero entrenamos entre Anoeta y Puio. Seremos de las pocas ciudades o pueblos que teniendo equipo de rugby no disponen de un campo municipal».

Salen a relucir los números que controla Igor: «Nos gastamos 14.500 euros cada temporada en alquiler de instalaciones para disputar los partidos y gracias a los eventos que organizamos, a la feria de la cerveza y al patrocinador principal, AVK, tenemos la válvula de escape para al menos no perder dinero y seguir activos». El presupuesto total de la sección ronda los doscientos mil euros, sobre todo por los viajes del primer equipo. Cuentan en tono de queja que «cada ficha federada cuesta 350 euros a cada jugador, que intentan sufragar en parte en la cesta de Navidad que sorteamos y lo que sacan les sirve para paliar esa importante cantidad».

La sección dispone de siete entrenadores y Ander cuenta orgulloso que «quizás porque les damos una prueba gratuita al empezar para que aprendan lo que es este deporte y luego decidir si siguen es por lo que hemos conseguido que vengan muchos chavales. La gran mayoría se quedan. Es reconfortante. Es verdad que es un deporte de contacto y hay padres que se pueden asustar, pero en cuanto vienen comprueban lo que es y se convierten en unos colaboradores más. Aquí cuidamos mucho a los chavales y los padres se vuelcan también en hacerles disfrutar en el tercer tiempo».

La aspiración de progresar sale a relucir: «Compramos material para el gimnasio que pretendíamos poner en Puio, pero no ha sido posible y lo tuvimos que traer a Manteo. Aspiramos a que ahora que se anuncian ampliaciones, podamos tener en Puio una sede en el campo en el que entrenamos y no el cuartucho debajo de las escaleras donde no podemos ni dejar las cosas para los entrenamientos». En fin, que en el Bera Bera hay mucha vida para seguir surtiendo jugadores a sus diferentes equipos e incluso, para otros, porque los estudios les hacen moverse. Y nos recalcan que «todos los componentes de la plantilla del primer equipo se han formado con nosotros y seguimos con la misma estructura,escalando de equipo en equipo. Trabajamos con optimismo porque los chicos nos dan garantía de futuro».