Puños de alcalde

Hijo de un general de la antigua Unión Soviética, Vitali Klitschko tiene 42 años y es hermano gemelo de Vasili, otro campeón mundial de los pesados. Sumó a lo largo de su carrera como boxeador 47 combates con un balance de 45 victorias -41 de ellas por KO- y sólo dos derrotas, una ante Lennox Lewis por una herida en el ojo y otra frente a Chris Byrd por una inoportuna lesión en el hombro. Dicen extraoficialmente que dominaba ambos a los puntos.

Su llegada a la política ucraniana se produjo en 2005, lo que no le impidió alternar esta labor con el boxeo. En diciembre de 2013 fue nombrado campeón emérito por el Consejo Mundial de Boxeo debido a que su actividad política le impedía defender el título. A pesar de su retirada oficial, Vitali no descarta regresar un día al boxeo.

Nada más hacerse con la alcaldía de la capital de Ucrania, Vitali Kltschko ha llamado a retirar las barricadas construidas durante la revolución ucraniana. «Estoy seguro de que las barricadas, a día de hoy, ya cumplieron su misión y deben ser retiradas», dijo Klitschko ante los medios de comunicación.

Pretende que la ciudad recupere cuanto antes la normalidad. «Kiev debe volver paso a paso a su vida cotidiana y centrarse en la dirección de las reformas para que éstas se realicen a la mayor brevedad posible». Lo hará con 'Puño de hierro', su apodo cuando subía al ring,

Klitschko , uno de los líderes de las protestas que llevaron al derrocamiento del presidente Viktor Yanukóvich, admite que la retirada de esas instalaciones construidas en el centro de la ciudad, en la plaza del Euromaidán, no será «cuestión de un día». Pero asegura que podría ser «un buen ejemplo para otras regiones de Ucrania donde todavía hay barricadas».

Klitschko subraya que no empleará la fuerza contra esos activistas, que para muchos son héroes de la revolución que derrocó a Yanukóvich. De todas maneras, tratará de convencerles con su palabra para que desmonten las barricadas en las que él mismo participó.

El político ucraniano, alineado con el nuevo presidente del país Piotr Poroshenko, también señala que las autoridades deben erigir en el Maidán «un monumento en conmemoración de los muertos en la lucha por un futuro democrático». Las autoridades ucranianas han manifestado en varias ocasiones su disposición a retirar las barricadas en el Maidán, pero la iniciativa hasta el momento no ha recibido el visto bueno de numerosos activistas de la revolución.