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Estreno. La atleta Trihas Gebre durante un entrenamiento en el Velódromo Antonio Elorza de Anoeta.
De un sueño a ser muy real
GUIPUZCOANOS A RÍO

De un sueño a ser muy real

Trihas Gebre, tras su décimo puesto en el Europeo y superar «dos fuertes catarros», llega a sus primeros Juegos Olímpicos con la ilusión por las nubes

KAREL LÓPEZ

Lunes, 25 de julio 2016, 12:24

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Cuando Trihas Gebre llegó a San Sebastián en 2010 con veinte años y demostró sus habilidades atléticas en la Behobia ya anhelaba poder competir alguna vez en unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, para esta fondista que ahora tiene 26 años y que nació en Wukro -llegando a la capital guipuzcoana de la mano de la Fundación Etiopía Utopía- alcanzar ese logro era, precisamente, una utopía.

  • ASÍ ES TRIHAS GEBRE

  • DNI.

  • Nacida en Wukro (Etiopía), una ciudad con cerca de 30.000 habitantes, al norte del país africano y a un día en coche de Adis Abeba. Llegó a San Sebastián en 2010. Tiene 26 años.

  • Sus logros.

  • Ocho veces internacional desde que en 2014 obtuvo la nacionalidad. Actual campeona de España de cross y 10.000 metros.

  • Técnico.

  • Ricardo Jiménez.

  • Competición.

  • La final femenina de 10.000 será la primera del calendario atlético. Se celebrará la mañana del viernes 12 de agosto.

  • Antes de los Juegos.

  • Mañana buscará su primer título estatal de 5.000 en Gijón.

Ahora, tras varios años a las órdenes del técnico Ricardo Jiménez, ese sueño se hará realidad el viernes 12 de agosto. Gebre, 'Maitetxu' para sus compañeros de selección, correrá los 10.000 metros femeninos, la primera de las finales que se celebrará en el Estadio Olímpico.

«Llegaré a Río el jueves 4 de agosto. Ya estoy un poco nerviosa», destaca la fondista que vive en San Sebastián y que se entrena habitualmente en el Miniestadio. Hace un año, cuando se estrenó en Pekín en un Mundial en pista, ya decía que su objetivo era coger experiencia para competir al máximo en Río. Algo así como aprender a controlar los nervios de cara a los Juegos. Era su gran ilusión y ya está al caer, lo que le produce un lógico cosquilleo en el estómago. No es para menos. El sueño de cualquier atleta es llegar a unos Juegos Olímpicos...

Ambición y optimismo

Cuestionada por su objetivo en la ciudad brasileña, Gebre sonríe y, ambiciosa, responde: «¡Ganar el oro!». Después, baja de las nubes -aunque asciende a ellas cada vez que imagina su estancia en la villa olímpica- y esta vez sí, contundente, responde que «conseguir un diploma no estaría nada mal».

Por supuesto, de lograrlo lo celebraría con su marido Aitzol, con sus amigos y compañeros de entrenamiento y con Ipar, el perro con el que le «encanta» ir a pasear. «Me da pena que no pueda venir conmigo a Río», señala.

Ipar, desgraciadamente para ella, no le puede acompañar a los viajes que hace con la selección española, con la que compite desde que a finales de 2014 obtuviera la nacionalidad española. No lo tuvo fácil. De hecho, esperaba llegar al Europeo de Zúrich de agosto de aquel año, pero el proceso se complicó y Gebre sufrió un duro golpe del que se levantó, ganando una temporada después -la pasada- la Copa de Europa de 10.000 metros en Italia, donde se hizo con la mínima olímpica, aunque ha tenido que confirmarla esta temporada ganando en abril el Campeonato de España de 10.000 metros con 32:14.25.

Todo iba por el buen camino, pero sobre el mapa de ruta planeado se coló un obstáculo, a modo de catarro, como el que ella misma pasaba cuando era joven -10:13.73 llegó a hacer en 3.000 obstáculos con solo 18 años-; ese mismo camino que le lleva poco a poco a enfocar su carrera deportiva hacia la maratón. De hecho, Gebre, a pesar de su juventud, ya corrió una el mismo año que llegó a San Sebastián. 2h38:47 fue su crono. Seguro que lo mejora en su próxima incursión en los 42,195 kilómetros. Quién sabe si antes de Tokio 2020...

Catarros en Etiopía

«Las últimas semanas he podido entrenar bien», destacaba, consciente de que llegó al Europeo de Ámsterdam no demasiado bien debido a un par de «fuertes catarros» que cogió en su estancia en Etiopía. Quedó décima en una carrera en la que sufrió «mucho». Gebre, tras ganar el estatal de 10.000, viajó al país en el que nació para seguir con su preparación en altura y visitar a su familia, pero se torció el plan.

«Cuando voy a Etiopía estoy con mis siete hermanos, mi mamá y mi papá y también con un chaval al que cuida mi familia», señala. «Allí trato de comer arroz y pasta, lo mismo que como en San Sebastián». Su ciudad, Wukro, cuenta con cerca de 30.000 habitantes y se encuentra en el norte del país africano, a poca distancia de Eritrea, a «más de 2.000 metros de altitud y a un día en coche de Adís Abeba. En Etiopía tengo muchos amigos, casi todos chicos, con los que puedo entrenar», relata.

Última parada, en Gijón

Antes de competir en Río, Trihas Gebre -se pronuncia 'Trahas' aunque siempre le quita importancia- correrá mañana mismo en Gijón en su primer Campeonato de España en la prueba de los 5.000 metros. Le servirá de test de cara a la gran cita.

«Sé que entrenando estoy mejor que hace un mes. Aunque en el Europeo sufrí, he ido mejorando mi estado de forma», indica. «Ahora solo me falta ver cómo estoy en competición». Tendrá una complicada rival. La veterana Nuria Fernández está entre las inscritas en una prueba que quizás sea demasiado corta para Gebre.

Mañana, a partir de las 20.50 horas, se sabrá cómo está realmente la fondista etíope-donostiarra, una mujer que a pesar de los problemas sufridos, dará guerra en Río.

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