Una remontada que nunca llegó

Las cinco victorias en trienta encuentros son una cifra absolutamente clara de que el farolillo rojo del cuadro donostiarra es totalmente merecido. No se sostiene que un equipo solo gane uno de cada seis partidos y ahí estriba una de las razones principales, sino la primera, de que Illunbe se vaya vaciando inexorablemente.

Partidos como los del domingo pasado tampoco ayudan. Choques en los que en catorce minutos el encuentro está finiquitado y no se atisba ni la más mínima opción a reengancharse, han sido tristemente habituales en esta temporada, con lo que el último puesto parece justo.

Se atisbaba una mejoría. Poco antes de que sonaran los tambores del día de San Sebastián, el GBC enganchó dos triunfos seguidos (Manresa y Estudiantes) que le daban una dosis de confianza y optimismo de cara a una posible remontada. El equipo se había recuperado de las diez primeras derrotas, Fisac estaba cogiendo el pulso a la plantilla y parecía que las llegadas de Landry y Agbelese había redondeado la plantilla donostiarra para acometer el asalto a la zona más templada de la clasificación. La salvación estaba a dos triunfos a mitad de enero y había confianza en la remontada.

Dos de quince. Sin embargo, el dos de quince que ha firmado la escuadra guiada por Porfirio Fisac, a partir de ahí, ha sido del todo insuficiente y la reacción que se presuponía no se ha producido y ha dejado a la escuadra guipuzcoana al borde del abismo. Derrotas en Illunbe como las del Joventut, Tenerife o CAI Zaragoza y fuera ante el Fuenlabrada o Sevilla han condenado a los donostiarras al calvario. Eran partidos de ganar sí o sí y se terminaron perdiendo.

El resto espabila. Solo el Río Natura Monbús ha igualado la mala racha del Gipuzkoa Basket con trece derrotas en las últimas quince semanas. Eso sí, los gallegos sobreviven gracias a su buen comienzo de año. Por ello aventajan a los de Fisac en tres encuentros más el average. Otros equipos han ido ganando partidos de forma regular: Iberostar Tenerife nueve, Baloncesto Sevilla siete, CAI Zaragoza seis o el Estudiantes cinco. Triunfos que les han hecho a casi todos, menos a los del Ramiro, salir de la quema y estar a día de hoy salvados y sin ningún peligro de descenso.

Cuentas. El único milagro que puede salvar al GBC de dejar a dos equipos por debajo en la tabla es que Estudiantes y Río Natura Obradoiro, con ocho triunfos cada uno, pierdan todos los partidos y que el GBC venza en los cuatro compromisos que le quedan. O también que hubiera un triple empate entre los tres, donde el GBC saldría beneficiado siempre y cuando derrote en la última jornada al cuadro estudiantil. Si el Obradoiro vence el sábado por la noche al Bilbao Basket y pierde el GBC, estará matemáticamente descendido haga lo que haga Estudiantes. Ocurrirá lo mismo si los colegiales sacan adelante su partido y el RETAbet.es cae en Badalona.