Un gol que mantiene la esperanza

El mal momento del Real Unión se traduce en situaciones como las que se dieron nada más comenzar el encuentro. No se había cumplido el minuto uno de partido y los visitantes ya habían tenido su primer acercamiento peligroso del partido. Los unionistas, que empezaron la temporada como un equipo sólido y al que era muy difícil quitarle la pelota, ha perdido sus virtudes.

Los de Santana siguen intentando sacar el balón desde atrás, pero cuando las cosas no van de cara, lo que solía suponer una clara ventaja se convierte en un inconveniente.

En una de esas, un balón quedó muerto entre la zaga y el centro del campo y el visitante Canario se hizo con él. El jugador del Toledo pisó área y se enfrentó a Otaño, pero el portero del Real Unión estuvo acertado y consiguió mandar la pelota a córner.

Los toledanos estaban siendo dueños y señores del choque. Tenían la posesión del balón y no sufrían lo más mínimo en defensa. Aun así, los irundarras también consiguieron tener su buena ocasión para adelantarse. Ekhi recogió un despeje tras una falta a favor de los txuribeltz y volvió a poner la pelota en el área desde la banda derecha. JorgeGalán se adelantó a su marca y remató con pierna derecha, pero su disparo se marchó rozando el poste. Corría el minuto diecisiete.

Desde ese momento hasta que el colegiado señaló el camino de los vestuarios el dominio continuó siendo visitante. Al menos, los de Irun no sufrieron atrás. Ni en las jugadas a balón parado, que tantos quebraderos de cabeza les han originado en los últimos tiempos. El Toledo dispuso de un par de córners y todos fueron repelidos por la zaga.

Con el 0-0 y el partido totalmente abierto se llegó al descanso. El resultado marcaba que el Real Unión estaba totalmente metido en el partido, pero no en el juego. Lo bueno que tiene el fútbol es que el breve paso por los vestuarios, que no es de más de un cuarto de hora, puede cambiar totalmente las tornas de un encuentro.

Los txuribeltz volvieron de las casetas como otro equipo. Mucho más decididos a ir hacia arriba. Convencidos de que podían sumar los tres puntos que se ponían en juego. Mario Capelete se echó el equipo a la espalda y protagonizó las dos mejores intentonas de los irundarras. Primero por banda izquierda, con un taconazo que desarmó a la defensa y acabó con un centro de Urkizu que no encontró rematador. Y luego con un disparo en media tijera que se fue a la cruceta.

Eficacia y seriedad

Las ocasiones dieron fuerzas al Real Unión, que pasada la media hora de la segunda mitad consiguió adelantarse en el marcador. Tras un córner botado desde la derecha se produjo un barullo en el área y el balón le cayó a Estrada. El zarautztarra no se lo pensó y se sacó un preciso disparo cruzado que acabó en el fondo de la portería.

En los veinticinco minutos que restaban para que finalizara el encuentro sucedió todo lo que debe pasar en un partido que se pone así. Lógicamente, el Toledo reaccionó y nada más encajar el gol tuvo una clara ocasión para empatar en las botas de Owusu, que acababa de entrar al campo. Otaño, una vez más, sacó una gran mano para despejar a córner.

Pero a partir de ahí los toledanos no tuvieron ninguna oportunidad más para llevarse nada de Gal. Los txuribeltz se mostraron muy serios atrás y no concedieron nada. Incluso tuvieron alguna tentativa para poder sentenciar el choque, pero no estuvieron acertados a la contra. Con el 1-0 de ayer, el Real Unión se queda a cinco puntos del cuarto.