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Juanfran (i) defiende en el Calderón.
El Bernabéu marca la carrera de Juanfran
Cuartos de final | Vuelta

El Bernabéu marca la carrera de Juanfran

El lateral regresa al campo en el que debutó en Primera con el Real Madrid, fue expulsado por dos amarillas injustas con Osasuna, se estrenó como atlético sin conocer a sus compañeros y ganó su Copa del Rey

Rodrigo Errasti Mendiguren

Lunes, 20 de abril 2015, 19:08

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«Este Atlético, este equipo y este entrenador, cuanto más difícil y complicadas están la situaciones, mejor se desenvuelven y más fuertes se hacen. Así que estoy tranquilo». Juanfran Torres afronta el derbi europeo con confianza, sin temor y con optimismo. «Es un resultado con el que nos vamos a sentir cómodos. Iremos al Bernabéu como fuimos a Londres; entonces salieron bien las cosas y esperemos que ahora se repita en el Bernabéu». El alicantino ha vivido todo tipo de situaciones en ese estadio, momentos claves en su carrera. Juanfran debutó como profesional en el coliseo blanco, con la camiseta del Real Madrid, hace ya más de once años. Fue el 24 de enero de 2004, en un duelo ante el Villarreal en el que Carlos Queiroz le metió por Roberto Carlos. Esa campaña disputó sólo otros dos en Chamartín, ya que el técnico portugués optó por alinearlo más veces lejos de un estadio que no pisó como forastero hasta 2009. Y es que en sus primeras visitas con Espanyol y Osasuna aún tenía una vinculación contractual con el equipo madridista, por lo que no pudo jugar durante tres campañas consecutivas. Fue 'perico' en la 05-06 y en sus dos primeros cursos como rojillo (06-07 y 07-08) no pudo medirse al Real Madrid.

«Es otro mundo, yo estaba en la cantera del Real Madrid y debuto con el primer equipo. Pasando de pelear por todo y con la exigencia de ganar cada partido te vas a Osasuna, un club más humilde. Mi vida cambia en todo y estuve muy a gusto». Su regreso al Bernabéu produjo uno de los momentos más injustos de su carrera. El 18 de enero de 2009 el equipo navarro acudió a Madrid en el último puesto de la tabla, logró adelantarse y Juanfran, entonces interior, fue objeto de dos claros penaltis por parte de Gago, en el minuto 15, y Pepe, en el 83. El árbitro del partido, el cántabro Pérez Burrull, entendió que en ambos fingió y le mostró dos amarillas. Incluso llegó a decirle: «Por lo menos, tírate bien». Era la primera expulsión de su carrera y no pudo reprimir las lágrimas de impotencia. «Estoy alucinado. Es la primera vez que me pasa algo así. Mezclo extrañeza y mucha rabia. Con el corazón digo que no me he tirado en ninguno de los dos penaltis. El linier los ha visto muy claros pero no se ha atrevido», manifestó.

Aceptó las disculpas del colegiado, que pasó por la 'nevera' y le vio marcar dos goles la primera vez que se reencontraron en un Villarreal-Osasuna, porque como siempre repite: «Hay que saber lo difícil que es pitar y ayudarles. Hay que dejarles en paz». Aquella campaña, en la vuelta, en la última jornada del campeonato, se desquitó con un golazo de volea que supuso la salvación rojilla. «En Osasuna pasé cuatro años fantásticos, era mi familia y lo di todo. Luego llegó el momento más importante de mi carrera: ir al Atlético».

Querido por la afición

Sus inicios como rojiblanco tampoco fueron fáciles pero también arrancaron en el Santiago Bernabéu. «Llego un día, me presentan y al siguiente juego sin saber casi el nombre de mis compañeros». Después ha vivido varios, no todos con el mismo buen recuerdo de su primer título nacional con el Atlético. Fue el 17 mayo de 2013, cuando ayudó, con un milagroso pie bajo palos, a que el equipo de Simeone quebrase una racha de 14 años sin triunfos en el derbi y el Atlético ganó la Copa del Rey en la casa del vecino, donde después ha vuelto a salir victorioso en las dos últimas visitas ligueras: 0-1 y 1-2.

Juanfran es uno de los más aclamados en el Calderón y casi nadie le echa en cara que jugó en el Real Madrid. «Mi pasado madridista lo saben todos. Los que animan en el fondo y los que no animan pero son rojiblancos desde muy pequeñitos. Hay mucha rivalidad y el pasado si uno quiere no se olvida. No tiene de nada malo haber estado en el Real Madrid, pero creo que poco a poco me he ido ganando el corazón de los rojiblancos porque para mí lo más importante es el Atlético. Ahora es mi vida. Está mi familia y el Atlético, no hay más. Si eso luego lo transmites en el campo con trabajo y con compromiso, siendo solidario y defendiendo los colores... La gente no piensa si un jugador ha estado en el Madrid o en el Borussia Dortmund, sólo si lo da todo. Al principio le costó, pero creo que la afición lo ha cogido. Me pasó en Osasuna con Ziganda porque cuando llegué creo que él esperaba otra cosa de mí. Luego entrenando poco a poco le cambié la idea».

Ahora, espera un Real Madrid «aún más fuerte» que el del Calderón. «Que ellos tengan más o menos presión creo que, sinceramente, no les va a afectar. A nosotros tampoco. Espero que mis compañeros y yo estemos fuertes, demos un nivel más alto que el de la ida. Estos partidos nos gustan, será igual de intenso y agresivo, pero siempre lo más noble posible; no vamos con maldad, ni a lesionar». Advierte que el Atlético está «con la mentalidad de que va a ser un gran partido para él y se va llevar la eliminatoria». Por eso, tiene claro que este miércoles 22 de abril puede ser «un día histórico para el Atlético».

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