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Brahimi celebra su gol.
El Oporto se cuela en los cuartos a base de zapatazos
octavos de final | vuelta

El Oporto se cuela en los cuartos a base de zapatazos

Cuatro disparos desde fuera del área confirman la superioridad del equipo de Lopetegui ante un Basilea perdido tras el primer gol

Rodrigo Errasti Mendiguren

Martes, 10 de marzo 2015, 00:56

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El Oporto accedió a los cuartos de final gracias a su espectacular acierto en los disparos desde fuera del área que le sirvieron para superar a un Basilea voluntarioso y excesivamente agresivos. El equipo de Lopetegui, ya superior en Suiza, mostró un gran nivel, controló el partido desde el inicio liderado por un Casemiro que completó su actuación de control en la medular con un zapatazo lejano que cerró el triunfo por 3-0 de los dragoes. Por primera vez el Oporto marca cuatro goles en un partido de eliminatoria de la Champions League.El centrocampista cedido por el Real Madrid, que ya rozó uno parecido al inicio de la primera mitad, acertó en un golpe franco, suerte con la que Brahimi había certificado el dominio portugués. El Basilea mostró algo más de ambición ofensiva que en la ida, pero a Derlis le pudo la pasión y fue como una gaseosa hasta terminar fustrado. Vaclik terminó cabizbajo, dolido por no parar ninguno de los envíos lejanos de su rival. Lopetegui apremió a los suyos, tras lo sucedido en la ida, que probabaran fortuna de media distancia, ya que Tello no tendría tantos espacios para desbordar. En una de sus carreras llegó el golpe franco del primero. El primer acto dejó una mala noticia para los lusos, ya que Danilo quedó KO por un golpe con el portero Fabiano. Fue escalofriante, ya que el meta que en su salida fuera del área, golpeó con el hombro en la cabeza del lateral, que se llevó otro impacto con el suelo al caer. Se fue con collarín y consciente, dejando su sitio a Martins Indi y el brazalete a Maicon.

La baja de una de sus estrellas dejó algo aturdido al Oporto, que dominaba y no concedía ocasiones. Podía conseguir ampliar la renta pero le faltaba definición en los metros finales. Quizá por eso, al regresar de la caseta Herrera lo intentó de lejos y superó a Vaclik con un derechazo ajustado a la base del palo. El duelo entró en una espiral de agresividad que no interesaba al Oporto. Samuel tras el 2-0 se vengó con una entrada criminal. Se perdía el próximo partido, pero poco le importaba. Su búsqueda de justicia le hizo terminar en la ducha expulsado. Hubo varios a los que la amarilla les costó caro, en especial a Marcano que no podrá disputar la ida de los cuartos.

Viendo que el asunto estaba sentenciado, tras el golazo de Casemiro Lopetegui optó por la cautela. A trece minutos del final, dio descanso a un Brahimi que ya multiplica por cuatro sus números en el Granada: lleva 12 goles, seis en Champions, en sólo menos de la mitad de partidos. El paso de los minutos sirvió para que la grada disfrutase con todos. Fabiano frenó que Zuffi pusiera el gol del honor suizo, con una buena parada tras una internada por la banda de Danilo. Aboubakar, que había mostrado virtudes para ser titular y disputar el puesto a Jackson, también acertó con un golpeo. Su físico y potencia, esa con la que convierte en peligro cualquier pelota que recibe, merecía un premio. Mandó un derechazo a la escuadra más allá de la media luna que confirman al Oporto como una alternativa. Su goleada manda un aviso de que los dragoes han vuelto. Aún están lejos, pero pueden hacer daño. Incluso estando lejos.

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