El Barça se rearma para París

Los catalanes sacaron a relucir de nuevo el domingo sus grandes virtudes: movilidad, toque rápido, presión enorme a la salida del rival y juego más vertical que en tiempos de Pep Guardiola. La titularidad de Xavi -Luis Enrique dice que tiene un armario con muchos y muy buenos abrigos y que elige el que mejor combina para cada cita-, fue una bendición para un equipo que agradece la calidad, recorrido y versatilidad del croata Rakitic. Nadie discute ya que Gerard Piqué se quedase fuera de la convocatoria, ya que el estado de Mascherano y Mathieu es imponente y parecen compenetrarse bien, y resulta intrascendente que se esté apagando la estrella de Munir porque el canterano debe de ser sólo un complemento a lo largo del curso, sobre todo cuando ya esté disponible Luis Suárez.

Xavi se estrenó en un once liguero este curso y ofreció un recital más propio de sus mejores tiempos. Sobre todo lució cuando el Granada tuvo que abrir huecos. «Hemos disfrutado», reconoció el capitán de los pases geniales y la visión periférica. El de Tarrasa recorrió 11,73 kilómetros, el récord del partido, participó en tres goles y sólo falló el 8% de sus pases. «Para hablar sobre Xavi tenemos que ponermos de pie», resumió Caparrós, rendido a la evidencia.

Si se mantiene la conexión letal entre Messi y Neymar, muy enchufados en este arranque de temporada, el Barça no debería sufrir muchos más cortocircuitos ofensivos. «Si Cristiano es Jordan, Messi es Wilt Chamberlain, que hizo 100 puntos en un partido de la NBA. Me quedo con Leo», bromeó Luis Enrique cuando se le recordó que el astro argentino alcanzó los 400 goles en su carrera profesional. Tras su doblete, suma ya 247 dianas en Liga, por lo que se sitúa a sólo cuatro tantos de los firmados por Telmo Zarra en toda su carrera.

Tocado con una varita

«Está tocado con una varita. Verle presionar y ser tan generoso es genial. Yo creo que si sumamos los goles marcados en los recreos, no llegamos a esa cantidad ni borrachos», insistió el técnico azulgrana. Herido quizá en su orgullo por ser cambiado en La Rosaleda, Neymar jugó enrabietado ante el Granada, firmó tres goles y, con seis dianas, se consolida como máximo goleador azulgrana en lo que va de temporada. Sin embargo, le falta aprobar la asignatura pendiente de anotar lejos de casa, ya que 18 de sus 21 tantos los ha sellado en el Camp Nou.

Si la ofensiva culé es imparable, salvo excepciones que confirman la regla como la de Málaga, en defensa este Barça va camino del récord. El chileno Claudio Bravo, portero elegido por Luis Enrique aunque el alemán Ter Stegen jugó el primer partido de Champions ante el modesto Apoel, acumula ya seis choques ligueros sin encajar un solo gol. El récord lo posee Artola, que lo consiguió con el equipo azulgrana en la campaña 77-78, cuando no vio batida su puerta hasta los 20 minutos del séptimo partido.

Tras el suave entrenamiento de recuperación de este domingo, Luis Enrique facilitó la lista de convocados para el duelo del martes ante el PSG en el Parque de los Príncipes. Vuelve Piqué, siguen los chavales Munir y Sandro y no están Rafinha, lesionado, y Montoya y Vermaelen, por decisión técnica. El campeón galo no asusta tras dejarse el sábado dos puntos en feudo del Toulouse (1-1), en un choque marcado por las ausencias de Thiago Silva, Lavezzi y Zlatan Ibrahimovic. Además del potencial del Barça, el principal problema para Laurent Blanc, técnico de los parisinos, es saber si el delantero sueco puede recuperarse de una lesión en el talón.