La Fiscalía ve delito en la pitada al himno en la final de Copa

En el informe considera que la Audiencia Nacional puede investigar los hechos porque se encuadrarían dentro de uno de esos dos delitos, de los artículos 490.3, que castiga las injurias al Rey en el ejercicio de sus funciones con una pena de seis meses a dos años de prisión si fueran graves y con una multa de seis a doce meses en caso de no serlo.y también 543 del Código Penal, competencia de este tribunal especial, que castiga las "ofensas o ultrajes a España, a sus comunidades autónomas o a sus símbolos o emblemas, efectuados con publicidad", con una multa de siete a doce meses de prisión.

El Ministerio Público se pronuncia después de que un juzgado de instrucción de Barcelona se inhibiera a favor de la Audiencia Nacional al considerar que los hechos podrían constituir un delito contra el titular de la Corona.La reproducción por megafonía del himno nacional en el Camp Nou antes del comienzo del partido, a volumen elevado y durante solo 48 segundos, fue recibida con una estruendosa pitada por la mayor parte de los 95.000 asistentes. Esa misma noche, el Gobierno condenó los ataques contra los símbolos que representan "al conjunto de los españoles, a la democracia que los ampara y a la convivencia que comparten". Era la primera final de Copa del Rey presidida por Felipe VI como rey. En las dos anteriores finales coperas disputadas entre ambos equipos en la última década, con Juan Carlos I como monarca, la situación fue similar, ya que se produjeron pitadas al himno español tanto en el Vicente Calderón, en 2012, como en el estadio de Mestalla, de Valencia, en 2009.

Clubes y Federación, pendientes

Manos Limpias se querelló en junio en los juzgados de Barcelona contra el club azulgrana y el Athletic por un supuesto delito de ultraje a España y otro contra los derechos fundamentales al considerarles "responsables directos" de la «masiva y sonora pitada» de la competición copera. Se dirigió también contra diversas organizaciones "a favor de la independencia" como Catalunya Acció (una organización independentista creada por el empresario Santiago Espot que repartió 10.000 silbatos) como cooperadoras necesarias que, en su opinión, facilitaron los silbatos y promovieron la "humillación, vejación y odio a las instituciones y sociedad española en su conjunto".

Pidieron citar como testigo al presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar. El Gobierno Vasco, por su parte, consideró un «error» pretender sancionar a los clubes por la pitada al himno nacional durante la final de la Copa del Rey y afirmó que estaba "fuera de lugar" llevar esta cuestión a la Comisión Antiviolencia, que propuso multas de 123.000 euros a la Federación Española de Fútbol, como organizadora de la final.

Además, también VOX presentó en junio una denuncia ante la Fiscalía General del Estado contra las organizaciones que promovieron la pitada al himno nacional por presuntos delitos de ultraje a la bandera, contra el orden público, provocación al odio por razón de origen nacional, injurias a la Corona y delitos relativos a los derechos fundamentales y libertades públicas. Cuando el Barcelona, tras el 7-0 en la ida de semifinales ante el Valencia, está a las puertas de acceder a otra final de Copa, que si nada cambia jugará en el Vicente Calderón como en 2012, todavía no se ha cerrado la polémica, no deportiva, de la última edición.