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I. I.
Martes, 22 de agosto 2017, 07:43
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Alberto Contador puso fin a su historia de amor con el Tour en el Mont du Chat y su romance con la Vuelta acabó ayer en la Comella. No eran sus finales soñados, como habría sido caer batallando hasta el final en las rampas del Galibier o morir matando en el Angliru, por ejemplo. Dos puertos duros pero sin mayor historia han sido los encargados de poner de manifiesto que ya no está al nivel de los mejores, élite donde tuvo un papel preponderante durante una década. Hay diez o doce corredores que andan más que él ahora mismo y, en esas condiciones, es imposible luchar por la victoria.
Más que la Vuelta a España, afronta una gira de despedida. Recibirá el calor y el aplauso de los aficionados. Un homenaje merecido a quien ha sido un auténtico ídolo, un gran corredor y un ciclista espectacular. Pero la lucha por la victoria se juega bastantes metros por delante de él. Esa es la realidad.
Contador aseguró que las sensaciones fueron «malísimas» desde la ascensión a la Rabassa, penúltimo puerto del día. «Toda la etapa me costaba mucho ir y en la Comella, con un compañero, hemos decidido marcar un ritmo más tranquilo y esperar a que pasen los días», explicó el de Pinto en meta, a donde llegó con 2:33 de retraso junto a Peter Stetina.
Ahora, además de recuperarse, lo primero que quiere es «encontrar la razón por la que estoy tan flojo y ver a consecuencia de qué he tenido un día tan malo, para poder decidir». No sabe si se puede atribuir a la falta de días de competición tras el Tour de Francia. «Hace tiempo que no me encontraba así».
El ciclista de Pinto calificó de «palo» haber perdido en la meta de Andorra tanto tiempo con los primeros, pero volvió a recordar que se encuentra en la Vuelta de su despedida como profesional y por eso, sea cual sea el resultado, pretende «disfrutarla al máximo». Contador recordó que este es el año que ha llegado con «más relax» a la competición y que no va a renunciar a estar entre los mejores porque quiere «estar delante».
El corredor madrileño, triple ganador de la Vuelta (2008, 2012 y 2014) y vencedor de cinco etapas, no tendrá la despedida soñada. Cuatro veces ganador de la Vuelta al País Vasco (2008, 2009, 2014 y 2016), esta misma temporada hizo una primera mitad de campaña sensacional, pero el final se le está haciendo largo.
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