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Mikel Landa tiene el Giro de Italia como gran meta del año.
Mikel Landa: «Si me veo en otra como la del Giro 2015 y me mandan parar, no lo haré»
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Mikel Landa: «Si me veo en otra como la del Giro 2015 y me mandan parar, no lo haré»

El alavés vuelve a la ronda italiana, la carrera que le catapultó hace dos temporadas, para discutirle el triunfo a candidatos como Quintana y Nibali

JESÚS GÓMEZ PEÑA

Jueves, 4 de mayo 2017, 07:42

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La vida a bordo del pelotón tiene sus peligros. La carretera mata. Mikel Landa (Murgia, 27 años) supo de la muerte en accidente de tráfico de su amigo Michele Scarponi solo una noche después de haber compartido con él una broma más. Al hablar de ese brusco adiós le tiembla la piel. Le echará en falta en el Giro que comenzará mañana en Cerdeña. Hace dos años, su entonces equipo, el Astana, le frenó cuando ya había dejado atrás a Contador -ganador final- en la última etapa de montaña. Landa se sacrificó por Aru en ese Giro. Fue fiel al papel de gregario. Ahora es el colíder del Sky, junto al galés Geraint Thomas. En su aún corta biografía deportiva, siempre aparece un líder que da sombra a su talento. Nunca más. El corredor alavés quiere romper ese candado en este Giro. Se ve con fuerza. Y esa es la mejor llave. Así de complicadamente simple es el ciclismo.

- En el reciente Tour de los Alpes (antiguo Giro del Trentino) ha mostrado un gran nivel.

- Llegué con alguna duda y día a día me fui encontrando mejor. Vi que iba a más y que me recuperaba bien de cada etapa. Acabé muy contento.

- Más satisfecho que en la Volta a Catalunya, donde tuvo que retirarse. ¿Saltaron ahí las alarmas?

- No. Más que tener dudas sobre mi rendimiento, lo que me dio es rabia por no poder brillar en las carreras del inicio de la temporada.

- El Giro de Italia arrancará mañana, pero las etapas clave llegarán en la última semana. Hay que calcular muy bien las fuerzas con las que se empieza.

- Eso es. El Giro se decide en la última semana y es importante llegar fresco a ese final. Pero hay que empezar atento en las etapas del inicio. Están los finales en el Etna y luego la subida al Blockhaus.

- Este Giro comienza en Cerdeña. Las islas son siempre complicadas por sus recorridos sinuosos.

- Nos han dicho que son carreteras estrechas, cerca del mar y con viento. Serán días peligrosos.

- Su equipo, el Sky, acudirá al Giro con dos líderes, Geraint Thomas y usted. ¿Teme que otra vez, como le pasó con Fabio Aru en el Astana, tenga que sacrificarse?

- En el equipo me han transmitido que iremos los dos como líderes, que tendremos las mismas oportunidades. Llego al Giro en el momento ideal. En el Trentino he estado a la altura de Thomas.

«Fue un palo»

- En el Tour de los Alpes coincidió con su amigo Michele Scarponi, que falleció atropellado un día después de concluir esa vuelta.

- Me enteré cuando estaba de viaje, volviendo el sábado tras haber acabado el viernes la carrera. Volaba hacia el aeropuerto de Bilbao con escala en Barcelona. Lo supe al mirar el móvil. Fue un palo. Teníamos muy buena relación. Ufff... No está siendo fácil.

- El impacto en el mundo del ciclismo ha sido tremendo.

- Es que era una persona muy cercana. A todo el que se le acercaba le hacía sentir especial. Tenía muchos amigos en el pelotón. Gracias a la mano que él y Gasparotto me echaron me resultó mucho más fácil integrarme en el Astana. Durante la última etapa del Trentino, un día antes de la tragedia, estuvimos hablando. Me dijo que a ver cuándo volvíamos a correr juntos... Y mira.

- ¿Un accidente así le hace reflexionar sobre los peligros de la carretera o la fragilidad de la vida?

- A mí no. Salgo en bici y ni lo pienso. Tengo la suerte de vivir donde vivo, con carreteras sin mucho tráfico. Nunca he pasado miedo. Aunque cuando pasa algo así te das cuenta de que hay que aprovechar el día a día y dejarse de tonterías.

- ¿Se notará la falta de Scarponi en el Giro?

- Sí. Era el líder del Astana y, encima, tenía tantos amigos en el pelotón... Seremos muchos los que querremos dedicarle algo. Estará muy presente entre nosotros.

- Pese a que el año pasado tuvo que retirarse por una gastroenteritis, el Giro es su carrera.

- Es donde me di a conocer. El público te trata con mucho cariño. El recorrido me va. Climatológicamente, es un buena época para mí... Lo tiene todo para que pueda dar el máximo.

- Es la edición del centenario. La prensa y las televisiones italianas se llenarán con historias del Giro, una carrera que allí es patrimonio nacional. ¿Le gusta leer o ver escenas del viejo ciclismo?

- Me encanta ver cómo corrían antes. A mí me empezó a gustar tarde el ciclismo y me falta cultura ciclista. Por eso aprovecho ratos para ver esas viejas historias. Cuando hago rodillo, por ejemplo. He visto vídeos de Pantani y también la subida de Contador en el Etna (2011).

- En algunas de esas secuencias, más recientes, es usted el protagonista, como cuando en el Giro 2015 estuvo con Contador en el Mortirolo y luego le batió en Áprica. Esta edición pasa también por el Mortirolo.

- Será un día muy especial para mí. Además, después del Mortirolo en esa misma etapa subiremos el Stelvio, por el que pasé en 2014 y del que también guardo un buen recuerdo.

- Aquel día en el Mortirolo se le vio pletórico.

- Sí, pero me tocó esperar para no perjudicar a Aru (el italiano era su líder en el Astana) y no pude jugar mis cartas en la subida.

- ¿Y cómo fue su experiencia en el Stelvio?

- Muy buena. Hizo muy mal tiempo. Con nieve. Fue el día en que Nairo Quintana se marchó cuesta abajo (sentenció la carrera). Yo estaba con él. Me encontraba muy bien, pero me mandaron parar.

- Vaya, cada vez que echa la vista atrás aparece un director de equipo que le ordena esperar a un compañero.

- Sí, en todas, ja, ja.

- Va a tener que quitarle el freno a la bicicleta.

- Sí, nos acordamos más de las veces que he tenido que parar para defender a un compañero que de las victorias.

- Y lo curioso es que todavía hay algún viejo director que le critica por rebelde, por no obedecer.

- A veces me da rabia y a veces me lo tomo a risa.

- ¿Aún le da vueltas a aquella penúltima etapa del Giro 2015, cuando tras dejar atrás a Contador en La Finestre le ordenaron esperar a Aru y renunciar a ser, al menos, segundo en la general y a ganar la etapa y la clasificación de la montaña?

- No. Ya lo he olvidado. No sé si es una virtud o un defecto, pero esas cosas se me olvidan. Lo que sí sé es que algo así no me volverá a pasar. Las oportunidades hay que aprovecharlas. Si me veo en otra así y me dicen que pare, no pararé.

«Un Giro especial»

- El Giro tiene montaña de sobra, pero también dos etapas contra el reloj, una en el ecuador y otra el último día.

- El trazado de la primera crono es lo único que he visto de este Giro. Esperaba que fuera más dura. Pero es exigente. Y luego está la crono final, que es muy rápida y me penaliza. Espero que para ese día los contrarrelojistas puros hayan perdido sus opciones. Confío en que nos la juguemos entre escaladores. Eso equilibrará las cosas.

- Los medios plantean el Giro como un duelo entre Nibali y Quintana. ¿Le conviene?

- Pero es que los corredores nos conocemos muy bien y no nos lo planteamos así. Sabemos que hay más favoritos. Hay ciclistas muy buenos, como Pinot, Mollema, Kruijswijk, Dumoulin...

- ¿Qué le parece el reto de Quintana, que irá a por el Giro y el Tour?

- Lo veo como una apuesta arriesgada, un reto ambicioso. Es algo valiente y que merece el aplauso del público.

- Este año acaba su contrato con el Sky. ¿Eso acelera en carrera?

- Pues la verdad es que yo ni lo he pensado. Llevo todo el año mentalizado en llegar bien al Giro. Luego habrá tiempo para pensar en el futuro. Si hago un buen Giro, seguro que todo será más fácil.

-¿Se considera un candidato a ganarlo?

- Sí, por qué no. Un candidato más, aunque todavía no haya ganado una carrera así.

- Pero en el Giro 2015 estuvo cerca. Ganó, como usted dijo, «el mejor», que fue Contador, y no «el más fuerte», que fue usted, tercero al final tras el madrileño y Aru.

- El nivel fue muy bueno. Y si vuelvo a ponerme a esa altura, estaré en condiciones de disputar la clasificación general.

- ¿Le motiva que sea la edición del centenario?

- Sí, va a ser un Giro especial.

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