Cómprate una bici ya

El libro es un alegato desenfadado, ligero y a la vez atinado a favor del uso de la bici. Y se dirige especialmente a todos aquellos que están seducidos por las dos ruedas, pero aún no se han decidido a dar el paso. Desde luego, Weiss no descubre nada nuevo pero sí presenta el acto de andar en bici como una actividad de puro disfrute.

'Fuera miedos', viene a ser su primer mensaje. Cualquier bici sirve, si puedes conseguir una prestada o de segunda mano, ideal. Si quieres una nueva, afirma Weiss, es «más importante elegir bien la tienda que la bici, porque allí es a donde irá cuando empiece a fallar». Este es el tono irreverente y entretenido de todo el libro, donde no faltan los dardos lanzados con humor a los ciclistas de carretera, a los de bicis urbanas, a los de mountain bike... a todo el que se da aires encima de una bici.

También da consejos del tipo «no pidas consejo a ningún vecino, conocido o compañero de trabajo que anda en bici, porque todos los ciclistas parecen saberlo todo».

El libro se divide en varios capítulos que describen los diferentes tipos de bicicleta, los cuidados que requieren - «la gente las lava mucho más de lo necesario; los ciclistas de carretera las tratan como si fuera ropa interior: lávese después de cada uso» -, instrucciones para manejarla o, algo de triste actualidad, la convivencia con los coches.

También hay espacio para los códigos ciclistas. Por ejemplo, que hay que avisar de los baches, que está mal visto chupar rueda - «ni se te ocurra; hay pocas cosas más irritantes que captar a tu estela a un gorrón» - o el siempre delicado tema de si hay que saludar a los ciclistas que circulan en sentido contrario. Weiss dice que «mientras no hagas la peineta a nadie, todo entra dentro de lo civilizado», pero evita citar la norma de que un ciclista de carretera jamás se rebaja a saludar a uno de mountain bike, y menos si hay alguien mirando.

Amena lectura

Todo el libro transcurre ameno con esta clase de recomendaciones marcadas por el buen humor. El escrito neoyorquino no descubre nada que no se sepa, pero su libro es una buena puerta de entrada para quienes quieren incorporarse al mundo de la bici y un recordatorio fresco para quienes lo integran desde hace años.

La conclusión más importante del libro está clara: cómprate una bici ya. «Tampoco es que te vayas a casar, ni a tener un hijo, ni a firmar la hipoteca del piso donde deberás vivir los próximos cincuenta años. ¡Que te estás comprando una bici, hombre! Si es la primera, lo más seguro es que el año que viene quieras otra. No pasa nada. No caigas en la indecisión o la parálisis del comprador. Ponte una bici entre las piernas y a rodar».