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Canguros guipuzcoanos
ATLETISMO

Canguros guipuzcoanos

El renacer del triple salto, una disciplina histórica en Gipuzkoa, ya es una realidad

KAREL LÓPEZ

Miércoles, 10 de agosto 2016, 10:30

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La historia, o mejor dicho... el ránking dice que el triple salto ha sido la disciplina atlética de mayor nivel en Gipuzkoa, sobre todo entre los hombres. Estamos lejos de Australia, pero también hemos tenido canguros en Gipuzkoa. Y muchos. Canguros que ahora vuelven a aparecer para brillar -y saltar- con fuerza, tal y como demostraron en el Campeonato de España disputado en Gijón hace unos días.

«La verdad es que el triple ha sido siempre muy guipuzcoano», destaca Ramón Cid, director técnico de la Federación Española en la actualidad y gran triplista de la Real Sociedad en su día. «Rebotar y avanzar». Esa es la definición del triple para el donostiarra, que fue dos veces olímpico y que lidera el ránking vasco de siempre con 16,69 metros, una marca que llegó a ser récord de España -lo batió tres veces al aire libre y una bajo techo-. Una plusmarca estatal que ahora tiene el castellonense Pablo Torrijos (17,04).

Hombres

  • LOS QUE MÁS HAN SALTADO

  • 1. Ramón Cid 16,69 metros

  • 2. 'Pipe' Areta 16,47 metros

  • 3. Iñigo Uribarren 16,13 metros

  • 4. Pablo Cid 16,04 metros

Mujeres

  • 1. Maitane Azpeitia 13,62 metros

  • 2. Sara Otxoa 13,28 metros

  • 3. Arrate Azkona 13,26 metros

  • 4. Irati Mitxelena 12,98 metros

Aunque hablando de plusmarcas, el nombre a seguir es el de Luis Felipe 'Pipe' Areta. Saltador del Atlético San Sebastián, podía saltar hasta cinco Seat 600 de la época (16,47 metros es su marca). Olímpico en tres ocasiones, 'Pipe' nació para brincar, para ser el verdadero impulsor de esta disciplina en la que los atletas soportan hasta mil kilos de impacto en su primer salto. Su primer récord de España lo batió en 1959 con 14,54. Fue el primero de 21 al aire libre. Durante nueve años fue mejorando su marca. Cid y Areta son triplistas históricos a los que hay que sumar nombres como los de Jesús Bartolomé, Iñaki González o Gorka Apodaca, entre ellos, y Maitane Azpeitia, Sara Otxoa y Arrate Azkona, entre ellas. Grandes atletas expertos en mantener los porcentajes más habituales de esta prueba salto a salto (35%-30%-35%).

Un digno sucesor

Tuvo el oro en sus manos hasta el último salto del concurso. Se lo arrebataron, pero Pablo Cid (1991), hijo de Ramón, se colgó en Gijón una plata que le supo a gloria y que demostró su enorme potencial. Cuarto el año pasado, en la localidad asturiana estuvo a punto de emular con un intento de 15,89 metros a su progenitor, quien llegó a ganar ocho veces el estatal al aire libre.

«En los Campeonatos de España lo suelo hacer bien», decía antes de partir rumbo a Gijón. Y vaya si es así. Fuerte, alto y con un pequeño punto de locura imprescindible para esta disciplina, Cid espera aún el brinco perfecto, ese que dice que no ha llegado y que cuando lo haga le hará caer muy lejos. ¿Un reto de cara al futuro? «Hacer un salto técnicamente perfecto». Ambición no le falta a este donostiarra de la Real que «sin saber saltar» ya sacaba medallas en los campeonatos de categorías menores. Su marca personal es de 16,04.

Ante todo, trabajador. Formado en Arrasate con Mikel Uribesalgo, Iñigo Uribarren (1993) se prepara ahora en Anoeta con Cid. Cuarto en el estatal, este año el realista ha superado los 16 metros (16,13). «Me considero un currante». Rapidísimo y con un tobillo prodigioso, este año, después de casi una década, el internacional en categoría sub23 ha probado suerte también con la longitud, quedando quinto en Gijón.

A cruzar el charco

En Gijón, a Irati Mitxelena (1998) los niños y niñas no dejaban de pedirle autógrafos. Fue quinta tanto en el triple (12,98 metros) como en la longitud, donde ya ronda los seis metros. Jovencísima e inteligente a más no poder, ver a la donostiarra del Atlético calentar y competir es un espectáculo por sus formas de concentrarse. De ahí el tema de los autógrafos... «Hay que vivirlo en directo para entenderlo», dice. En unos días, Mitxelena dejará San Sebastián para viajar a Estados Unidos, donde estudiará Neurociencia y entrenará. Este año, junto a la también triplista Malen Leiñena (1998), otra joven que danza sobre el foso -12,30 es su marca- y que considera que «saltar da libertad», ha entrenado a las órdenes de Asier San Sebastián, quien combina a la perfección su faceta de atleta con la de técnico. «El ambiente del grupo es genial», dice Mitxelena.

«Saltar es divertido. Y si lo multiplicas por tres...». El realista San Sebastián (1991), cuarto en la longitud de Gijón -tiene 7,59-, ha probado este año también suerte con el triple, prueba en la que ha llegado a los 15,23 metros. «Empecé con el atletismo porque midiendo 1,70 me colgaba del aro de la canasta», relata. Lo hizo con 16 años. Antes, escalaba. Y en la actualidad con la misma edad con la que empezó el donostiarra, Eneko Carrascal (1999) está llamado a volar muy lejos.

Dos veces internacional juvenil, categoría en la que el arrasatearra ha arrasado este año tanto en triple como en el salto único, el joven del Arrasate Atletiko ya sabe lo que es caer en 15,09 metros. En Gijón vivió su primera experiencia en un estatal absoluto y acabó décimo.

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