Mariano Rajoy entregó uno de los premios del Zinemaldia

Veinte años después de estrenar su primer trabajo, Montxo Armendáriz recibió de la mano del entonces ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, el Premio Nacional de Cinematografía de 1998. El premio se entregó un año después, en el Festival de Cine de San Sebastián de 1999, en el certamen que le vio crecer y que lo consolidó como director.

«Con este galardón reconocemos, por unanimidad, una trayectoria coherente y personal, el despliegue de una profesionalidad ejemplar, un estilo honesto, alejado de artificios formales, al creador de un universo propio que reinventa la realidad en todos sus matices», destacaba Mariano Rajoy del director navarro. Precisamente, fueron los valores de la obra de Armendáriz los que, en su momento, el ministro de Educación y Cultura, quiso destacar durante el acto de entrega del premio, celebrado en el Hotel Maria Cristina.

Junto a Montxo Armendáriz estuvieron los dos niños que protagonizaron la premiada película 'Secretos del Corazón', Iñigo Garcés y Andoni Erburu. También estuvo Juan Diego Botto, uno de los protagonistas de su otro trabajo 'Historias del Kronen'. «Montxo es un gran director y un gran guionista, pero sobre todo es una gran persona», aseguraba el actor. La entonces presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, Aitana Sánchez-Gijón, y el ex-director del Festival de Cine, Diego Galán, también estuvieron presentes en la entrega del premio y pudieron felicitar al cineasta.

El hombre del festival

Armendáriz ha presentado cinco de sus ocho películas en el certamen. El navarro ha sabido triunfar y caer dentro del género, consiguiendo un gran reconocimiento por algunos de sus trabajos pero también fuertes críticas por otras películas.

En 1984, Armendáriz se estrenaba en el Festival de Cine de San Sebastián con su primer largometraje 'Tasio', película que le hizo ganar la Concha de Plata. Volvió a ganarse el segundo lugar en 1986 cuando presentó su película '27 horas', un largometraje realizado en la propia ciudad. Sin embargo, con su tercer trabajo, 'Cartas a Alou', no consiguió el reconocimiento esperado y desató las críticas contra el director y contra la organización del Festival. 'Cartas a Alou' recibió la Concha de Oro a la mejor película y Concha de Plata al mejor actor en el Festival de San Sebastián de 1990, así como el Goya al mejor guión original y a la mejor fotografía en 1991. No obstante, a pesar de los premios recibidos, las críticas revelaban un trabajo pobre. La concesión de la Concha de Plata a mejor actor, siento Mulie Jarju un actor no profesional, fue lo que desató definitivamente el descontento.

El cineasta pudo disfrutar otra vez del Festival de Cine cuando en 1995 le nombraron presidente del jurado internacional, cargo difícil de ejercer pero que le permitió colaborar de un modo más tranquilo. Más tarde, el navarro volvió a participar en el Festival, del lado que más le gustaba, presentando una de sus últimas películas 'Obaba'.