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«Un ilusionista tiene  que superarse siempre»

«Un ilusionista tiene que superarse siempre»

Jorge Luengo está de vuelta en DMAX con 'Desafío Mental'. Para trasladar sus números a la televisión «nunca uso actores, ni trucos de cámara»

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Sábado, 12 de noviembre 2016, 09:00

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El ilusionista Jorge Luengo (Cáceres, 1984) es capaz de hacer un número con cartas mientras responde a las preguntas en una entrevista. Acierta sin despeinarse tu clave del teléfono móvil, el país en el que estás pensando o el nombre de la primera persona a la que besaste, sin conocerte de nada. No puede evitarlo, le sale de dentro. Este triple licenciado en Informática, Matemáticas y Psicología que abandonó su segura vida de funcionario para dedicarse a la magia ha vuelto a DMAX con 'Desafío Mental' (esta noche, a partir de las 22.00 horas). «Los políticos son magos... De la palabra».

Cuando nos conocimos me dejó con la boca abierta.

Ese es mi objetivo, sorprender, hacer disfrutar y que la gente quiera ver más. Nuestro cerebro tiene siete emociones básicas y cuando pone a trabajar dos o más a la vez le da al botón de grabar. Mi trabajo consiste en eso, hay dos emociones, la alegría y la sorpresa, que son las más fáciles de combinar para mí.

¿Cómo hace para trasladar eso a la televisión?

La televisión es un medio distinto al escenario, por eso me pongo barreras. Nunca tiene que haber un actor, nunca tiene que haber trucos de cámara, que se vean todos los ángulos... Me tengo que sentir bien con lo que hago.

En su gremio hay que adaptarse constantemente.

No nos podemos dormir. Un ilusionista o un mentalista tiene que conseguir superarse siempre. Lo que te ha valido hoy puede hacerlo mañana otro. Es el mundo de hoy en día y tienes dos opciones, disgustarte o sentirte bien porque a la gente le guste y seguir trabajando.

Usted tenía la vida resuelta, era funcionario. ¿Le tomaron en serio en casa?

Reconozco que mi familia pensó que estaba loco, y eso que ya había ganado un premio mundial de magia cuando tomé la decisión. Por supuesto, había incertidumbres y dudas, pero decidí que tenía que ser feliz. No quiero llegar a los 50 y preguntarme: '¿qué hubiera pasado si...?'. Prefiero hacerlo y equivocarme. Ahora en casa están encantados, y realmente siempre lo estuvieron.

Pero para ello se tuvo que marchar de España.

Salir fuera no hay que verlo como algo malo. Yo salí fuera, aprendí y ese conocimiento me lo traje a casa. Como les pasa a todos los jóvenes que se marchan de España y luego regresan. Es algo muy bueno, permite avanzar a nuestra sociedad.

En el programa ha estado con Paula Echevarría, los Gemeliers o Sergio Llull.

Paula no es muy apasionada de la magia, le gusta ver y entender, pero cuando consigues sorprender a una persona que tira más hacia el escepticismo es genial, es una victoria que sabe a más. A los Gemeliers les preparamos un número basado en la duda de si los gemelos piensan igual, y fue muy bueno porque se sorprendieron mucho.

¿Qué número le haría a un político?

Los políticos son magos... de la palabra. Dicen y hacen lo que les da la gana, es lo que tenemos hoy en día. Creo que España se merece de una vez que tengamos gente que no haga trucos, sino que haga magia. Que no haya engaños, sino que se preocupen porque las cosas funcionen. En ese sentido, soy optimista de cara al futuro.

Discovery se emite en cien países, ¿la magia es un lenguaje universal?

Es un lenguaje que vale para todas las personas, aunque tenga una cultura totalmente difícil. Adivinar lo que está pensando una persona que no habla el mismo idioma que tú es espectacular, porque los conceptos son idénticos en nuestros cerebros.

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