Treinta años apoyando la creación y la producción audiovisual en Donostia

El responsable de Larrotxene Bideo, Unai Guerra, presentó este martes las novedades de la presente edición del Bideoaldia, y desveló que el festival de este año presentará un «formato de gala», con la presencia de los actores Eñaut Gantxegi y Alazne Etxeberria, que llevarán el hilo conductor. La entrada será gratuita, aunque las invitaciones deberán recogerse en taquilla el mismo día a partir de las 17.00 horas.

Los cortometrajes que se podrán ver son una selección de los trabajos elaborados a lo largo del año en los cursos de cine y vídeo: 'Ze pena Robin', dirigida por Xabier Larzabal; 'Ongi Etorri', de Cesare Maglioni; 'El Nuevo Vecino', de Jesús H. Martínez; y 'Tximeletaren Hegaldia', de Amaia San Sebastián. También se proyectará un breve trabajo colectivo realizado en el curso Zinema Berriak, de María Elorza, así como un adelanto de los documentales que están realizando en el curso Realización de un Documental, de Oskar Tejedor. A las 22.30 horas, la jornada tendrá continuidad con una fiesta en el Centro Cultural Intxaurrondo, ambientada por el dj DZ.

Todos los trabajos que han surgido este año no tendrán cabida en la gala del teatro Principal -se han realizado diez cortometrajes de ficción y en los cursos sobre documentales se están completando otros cinco trabajos-, por lo que el viernes 6 de julio se ha programado una segunda proyección en Intxaurrondo para poder dar cabida a todos los trabajos realizados.

El Centro Cultural Larrotxene se ha convertido en una factoría audiovisual desde que empezó a ofrecer talleres de cine y vídeo, por donde cada año pasan más de 140 alumnos. Durante estos 30 años han salido de aquí unas 450 producciones y se ha apoyado a cientos de coproducciones. El primer director de Larrotxene y actual director del área de Acción Cultural de Donostia Kultura, Jon Aizpuru, recordó la «humildad» con la que comenzó este proyecto que ha sido cantera de cineastas como Borja Cobeaga o Pablo Malo.

Por su parte, el concejal de Cultura, Jon Insausti, recalcó la «importante» aportación audiovisual que ha proporcionado a la ciudad a través de distintas coproducciones y colaboraciones, como este año con el festival Olatu Talka o Musikene. «Larrotxene ha dejado un poso en Donostia», aseguró Insausti. Además de los cursos de cine y vídeo, el centro suele ceder material para desarrollar proyectos creados fuera de Larrotxene ofrece un servicio de asesoramiento .

Una de las alumnas del centro, Ainhoa Goikoetxea recordó cómo Larrotxene era un lugar «idóneo» para la formación audiovisual, «siempre a la última». Por motivos profesionales abandonó el mundo del cine, pero la «chispa» y las ganas de aprender le llevaron de vuelta. «Estoy encantada de haber vuelto», confesó.