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Ringo Starr, en uno de los últimos conciertos con su All-Starr Band, al inicio de la gira que llegará a Barakaldo. REUTERS
Ringo Starr: «Aún tengo algo de aquel obrero de Liverpool que tocaba por las tardes»

Ringo Starr: «Aún tengo algo de aquel obrero de Liverpool que tocaba por las tardes»

Músico ·

Ringo Starr, batería de The Beatles, tocará el 1 de julio en el BEC de Barakaldo con su All-Starr Band temas de su repertorio y también de sus invitados

IÑAKI ESTEBAN

Jueves, 19 de abril 2018, 06:37

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Cuando se le ocurrió formar un grupo con amigos, la primera All-Starr Band, el batería de The Beatles ya lo era todo en el pop, aunque su situación personal distaba de situarse a la misma altura. Ringo acababa de salir de una clínica en la que se sometió a un tratamiento para curar su alcoholismo, lo mismo que hizo su mujer, la actriz Barbara Bach. Necesitaba volver al escenario, a las giras, para terminar su recuperación, y lo hizo el 23 de julio de 1989 en Dallas.

Fue una reunión de nombres históricos, como Joe Walsh de los Eagles, Nils Lofgren y Clarence Clemons de la E Street Band, Dr. John, Billy Preston y Rick Dando de The Band, además de invitados como su hijo, el también batería Zak Starky, y Bruce Springsteen. El músico de familia obrera de Liverpool no sólo recuperó el tono vital, sino que también dio con la fórmula. Ringo cantaría aquellas canciones de The Beatles que compuso o en las que aportó su voz, como 'Yellow Submarine', y el resto de los miembros del grupo elegirían también temas de su repertorio.

Con este planteamiento, y a punto de cumplir los 78 años, llegará al BEC de Barakaldo el 1 de julio, si bien con otros músicos porque a lo largo del tiempo han ido entrando y saliendo de la formación. En el concierto también sonarán los temas del disco recién publicado por Starr, 'Give More Love'.

«Empecé con las All-Starr después de pasar una mala temporada y lo hice con un método muy sencillo. Abrí mi agenda y empecé a llamar a unos cuantos amigos para ver si querían tocar conmigo. Dr. John me dijo que sí, Clarence me dijo que sí...», recuerda el mito del pop en una conversación mantenida ayer por teléfono con EL CORREO desde Los Ángeles.

Steve Lukater, Warren Ham, Starr, Rolie, Gouldman y Bissonette.
Steve Lukater, Warren Ham, Starr, Rolie, Gouldman y Bissonette.

El concierto de los clásicos números 1

En la presente gira, que llega al BEC el 1 de julio, la All-Starr Band está formada por Colin Hay (Men at Work), Graham Gouldman (10 cc), Steve Lukather (Toto), Gregg Rolie (Santana, Journey), Warren Ham y Greg Biasonnette, estos dos últimos componentes de la banda de David Lee Roth. Números 1 que todavía suenan en las radios como 'Who Can It be Now', de Man at Work, 'Roseanna', de Toto, o 'Black Magic Woman', de Santana, protagonizarán también el concierto.

Reconoce que los artistas que trae a Barakaldo tienen unos gustos muy distintos, pero sabe que «son muy buenos músicos» y que «tienen excelentes canciones» en su repertorio. «De verdad que nunca sé cómo va a salir el conjunto. Sé que entre el guitarrista de Toto (Steve Lukater) y el cantante y teclista de Santana (Gregg Rolie), con los que viajo ahora, hay una gran diferencia. Pero créeme que se va haciendo muy pequeña hasta que desaparece en el escenario», explica.

Hoy se siente «bendecido, feliz». Empieza y termina sus conversaciones con las palabras «peace and love», paz y amor. Suele vestir un collar con el símbolo hippie –«lo veréis también en el concierto»– y siente parte del «espíritu de aquellos años». En 1968 The Beatles publicó el 'Álbum Blanco', que considera uno de los hitos de la banda. Un año antes habían sacado 'Yellow Submarine' y un año después, el 'St. Peppers's'. Fue la época más carismática del grupo, la más compleja y completa por el lado creativo. Pero Mr. Starr cree que su verdadera identidad está en otro sitio y en otro tiempo.

La gorra y el sombrero

«Es cierto que ocurrieron muchas cosas en aquellos años pero mi auténtico movimiento, el que me marcó, está en las fábricas de Liverpool de los cincuenta. Aún tengo algo de aquel obrero que tocaba por las tardes».

Richard Starkey, el nombre civil de Ringo, empezó trabajando en 1955, con quince años, en el ferrocarril británico. Le echaron por no querer ponerse la gorra y vestir un sombrero. Pero no fue su única experiencia laboral y hasta el inicio de los sesenta, cuando ya tuvo claro que se dedicaría a la música, se preparaba para ser operario en una empresa fabricante de bienes de equipo. Hoy tiene una fortuna aproximada de 200 millones de euros y ha vendido su mansión inglesa, aunque mantiene una casa en el barrio de Chelsea en Londres.

Su pasión por los tambores empezó en el hospital, donde estaba internado por padecer una tuberculosis. «Estaba con otros chicos. Teníamos unos trece años. No podíamos estar todo el día en la cama. Y los médicos creían que era bueno que moviéramos los brazos. Probé la batería, o algo parecido que había por ahí. Hasta hoy. El resto es historia. No la cambio por ningún otro instrumento».

Ciudades medias e industriales de Inglaterra como Liverpool y Manchester han jugado un papel relevante dentro de la música pop. ¿Cómo lo explica el batería más famoso del mundo? «Entonces eran los primeros tiempos en que empezaban las noticias musicales y a nosotros nos llegaba todo lo que hacían en Londres, lo mismo que pasaba en Manchester o también en Birmingham. Pero creo que hay una razón más profunda y es el 'skiffle', un rock muy básico que nos gustaba mucho y que podías tocar con un tambor, como era mi caso, y con tres acordes de guitarra. Nos bastaba y eso fue lo que nos puso en el camino».

Los cuatro segundos de 'She Loves You'

Entró en The Beatles en 1962, justo al inicio de su carrera, sustituyendo a Pete Best. Enseguida se convirtió en uno de los miembros más populares de la banda, sobre todo en Estados Unidos, por su sentido del humor y su cercanía. Durante años se minusvaloró su aportación a la banda. Ahora, en cambio, los críticos reivindican su papel. La entrada de la batería de 'She Loves Me', la canción que encendió la mecha de la 'beatlemanía', marca en sus contundentes cuatro segundos toda la canción. Ringo odia los solos de batería. Su sonido debe ser para él la fuerza motora del tema, la carga de adrenalina, lo que exige atribuirle una parte muy importante en la composición. Para él, no se trata de tocar bonito.

Comenzó con un amigo suyo de la fábrica en 1957. Pasó por diferentes grupos y en 1962 fichó por The Beatles, en sustitución de Pete Best, que no acababa de convencer ni a los otros miembros de la banda ni a su mánager, Brian Epstein. Al decir de John Lennon, Starr era entonces uno de los músicos más reputados de Liverpool.

España, un recuerdo vago

Esta será la segunda vez que el músico toque en España. La primera fue en 1965. «Sí, en Madrid y en otra ciudad, creo que en Barcelona». Fue todo un acontecimiento. Se asoció al ínfimo aperturismo del régimen de Franco. Hubo desmayos entre las fans que fueron a recibirles a Barajas y el 'No-Do' se hacía eco de la 'beatlemanía'. «Me suena de que fue importante para vosotros. Pero entiéndeme, fueron dos conciertos más y punto. Las giras eran largas y lo nuestro era tocar. Nada más. Bajábamos del avión, dábamos el concierto y a por el siguiente», incide el músico.

Sesenta años después de subirse al escenario por primera vez, sigue en la carretera. No le importa abandonar el sol de California y meterse en aviones, autobuses y coches. «Supongo que el sol de España es el mismo que el de California, ¿no? Soy músico, una persona que intenta entretener a la gente. Me dedico a esto y sigo disfrutando. Sólo siento agradecimiento por haberme podido dedicarme a lo que me dedico. Llega la tarde del concierto y me pongo de buen humor. Estoy con los músicos y me siento a gusto. Soy uno de ellos. Amo al público y sé que el público me ama. Paz y amor, hermano».

De sus orígenes obreros a su hijo Zak

Creció en Dingle, un distrito obrero de Liverpool, con su madre sobreprotectora y su padrastro, del que suele decir que aprendió el sentido de la amabilidad y la educación. Se casó en 1965 con Maureen Cox. Fue una boda tan sonada que el grupo femenino The Chicklettes dedicó una canción a la pareja, 'Treat Him Tender, Maureen' (Trátale con cariño, Maureen). El matrimonio tuvo tres hijos. El mayor, Zak, toca la batería, a pesar de que su padre se lo desaconsejó. Tocó con Oasis y ha acompañado a The Who en sus últimas giras. En 1980 conoció a la actriz Barbara Bach (en la foto) en el rodaje de la película 'El cavernícola'. Viven entre Londres y Los Angeles. En 2016, fue el primer 'beatle' bisabuelo.

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