Borrar
Las 10 noticias clave de la jornada
El guitarrista andaluz Vicente Amigo, en una imagen promocional. DV
«Los cambios en el flamenco deben hacerlos quienes lo conocen de verdad»

«Los cambios en el flamenco deben hacerlos quienes lo conocen de verdad»

Vicente Amigo, guitarrista ·

Recién galardonado con el Grammy Latino al Mejor álbum de música flamenca, el guitarrista andaluz actúa esta tarde en el Victoria Eugenia

JUAN G. ANDRÉS

SAN SEBASTIÁN.

Domingo, 26 de noviembre 2017, 09:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Acostumbrado a fusionar el flamenco con el jazz, el pop y las músicas del mundo, el guitarrista andaluz regresa a las raíces con 'Memoria de los sentidos', un disco al que los puristas no podrán poner ningún pero. En su concierto de hoy en Donostia Vicente Amigo estará acompañado de Paquito González (percusión), Rafael Usero (voz), Antonio Fernández Perona (guitarra), Ewen Bernal (bajo) y Antonio Molina Redondo 'Choro' (baile).

- Dice su discográfica que este es, quizá, su álbum más flamenco en 25 años de carrera. ¿Lo cree así?

- La esencia de todos mis trabajo es el flamenco aunque es posible que en 'Memoria de los sentidos' aparezca de modo más primitivo. Es que me pedían el momento y mi creatividad. Por ejemplo, nunca había grabado unas seguirillas como 'La fragua' o unos tientos como 'Tientos del candil', que cantan respectivamente El Pele y Miguel Poveda. Jamás he tenido prisa para abordar un determinado palo del flamenco porque siempre he pensado que las cosas hay que hacerlas cuando las ves claras.

El concierto

  • Cartel Vicente Amigo

  • Lugar Victoria Eugenia (Donostia)

  • Fecha y hora 26/11/2017. Hoy a las 19.00.

  • Precio 20 euros.

- El disco llega después de 'Tierra' (2013), que planteaba una fusión del flamenco con otros estilos...

- Es cierto, pero el argumento, la forma y la composición de 'Tierra' también giraban alrededor del flamenco. Lo que sí es cierto es que en el nuevo disco todo suena un poco más ortodoxo.

- Dada su querencia por la fusión, ¿se ha encontrado en el camino a mucho purista enfadado?

- Bah, pero si el más purista de todos soy yo... (Risas) Si tengo que estar pendiente de lo que piensen los puristas del flamenco, los críticos, me quedaría quieto y sin hacer nada. No se puede evolucionar sin dar un paso adelante. Cuando hablo de ortodoxia, me refiero a estar más desnudo, aunque en 'Memoria de los sentidos' también hay aspectos que invitan a dar un paso adelante. Yo siempre he procurado ser libre porque de lo contrario, mi música se basaría sólo en lo que han hecho otros antes que yo. Si uno no abre las puertas de su imaginación para hacer lo que quiera, nos quedaríamos estancados siempre en el mismo lado.

«Si tengo que estar pendiente de lo que piensen los puristas me quedaría sin hacer nada»

- ¿Y hay algún límite que usted jamás rebasaría en el flamenco? ¿Quizá usar bases electrónicas?

- No, qué va, no me importaría hacerlo para nada. De hecho, ahora estoy produciendo un disco para el cantaor Potito, que tiene un talento natural como pocos he visto, pero también me gustaría hacer un proyecto con el compositor griego Vangelis, a quien conozco personalmente.

- Vaya, entonces sí que tiene intención de pegarle a la electrónica...

- A eso le pegaría Vangelis, lo mío es la guitarra, pero veremos si llega a buen puerto... (Risas) El caso es que para que yo dejara de ser flamenco tendría que nacer de nuevo. Ojalá pudiera darme un paseo por otras músicas de verdad y sentirme en ellas tan cómodo como en el flamenco. Sería maravilloso pero me temo que en la vida no hay tiempo para asimilar las raíces de las otras músicas.

«El flamenco es algo tan enorme que mucha gente se tira años estudiándolo y no se entera de nada»

- «La memoria de mis cinco sentidos permanece por vía intacta», canta Poveda en 'Tientos del candil', que incluye la alusión al título del disco...

- No sé si te ha ocurrido alguna vez pensar que los sentidos tienen memoria por sí solos. Es decir, a mí me puede fallar la memoria pero los sentidos funcionan de modo autónomo y recuerdan ciertas imágenes, olores o sonidos que de repente afloran...

- Además de Poveda y El Pele, prestan sus voces al disco Potito, Pepe de Pura, Pedro El Granaíno, Niña Pastori... ¿Qué importancia le da a las voces en su música?

- Así como en discos anteriores he invitado a gentes de otras músicas, para 'Memoria de los sentidos' sabía que tenía que llamar a muchos amigos del flamenco. Cuando pienso en una voz, trato de que tenga que ver con mi forma de sentir y siempre veo que su registro pueda llegar a lo que yo he compuesto. Pero eso es algo común a todos los músicos...

- Lo preguntaba porque el flamenco tiene tanta fuerza que se defiende también solo, sin voz, como en las instrumentales del disco y en 'Puente de los orfebres', en la que se escucha el zapateao de Farruquito...

- Es que si observas bien, el disco es básicamente instrumental porque las voces y las colaboraciones de los amigos aparecen en momentos puntuales de cada tema...

- 'Sevilla', una de las puramente instrumentales, es un homenaje a su ciudad natal...

- Ya dediqué un tema a Córdoba, donde vivo desde niño, pero ahora quise rendir un humilde tributo a la tierra en la que nació mi madre, en el Callejón del Agua, un sitio increíble. Para mí es uno de los mejores temas del disco.

- ¿Y qué hay del emocionante homenaje que rinde a su maestro y amigo Paco de Lucía en 'Réquiem'?

- Todos mis amigos se dejan el alma en esa pieza en recuerdo de un músico que siempre he tenido muy presente, desde pequeñito. Hasta llegamos a colaborar juntos. En lo personal también tuvimos una gran relación: él bautizó a mi hijo y yo, a su hija. Su muerte ha sido una pérdida grandísima para mí y para cualquier amante de la música, pero nos queda su obra, que siempre sobrevivirá.

- La pérdida del gran patriarca de la guitarra flamenca supondrá una gran responsabilidad para los herederos, como usted, que quedan al frente...

- Bueno, aquí si no te responsabilizas, no vas a ningún lado, y yo la responsabilidad la he sentido desde chiquitito, desde que me subí a un escenario por primera vez en el colegio de los Maristas de Córdoba. Iba en pantalón corto y usaba una guitarra que me trajeron los Reyes y que años después regalé al torero José Tomás, que a su vez me regaló un traje de luces. Fue un intercambio de pertenencias con un gran valor sentimental.

- Acaba de ganar un nuevo Grammy Latino, el segundo tras el que obtuvo por 'Ciudad de las ideas' (2002)...

- Los premios son un gran estímulo pero hay mucha gente que se los merece. En mi caso, me sirven para continuar en el camino y para seguir responsabilizado, porque hay que llevar los títulos en el futuro con la mayor dignidad posible. Cuando pasa algo bueno, y también cuando ocurre algo malo, hay que seguir hacia adelante sin darle ni menos ni más importancia.

- En la reciente ceremonia de los Grammy, Mabel Millán, guitarrista cordobesa, obtuvo un premio en la categoría de composición clásica... Hay muchas cantautoras flamencas pero pocas guitarristas...

- Sí, quizá haya pocos exponentes femeninos en la guitarra flamenca, pero seguro que van a ir naciendo nuevas intérpretes... Es cuestión de tiempo.

- ¿El flamenco es poco permeable a los cambios? ¿Es un mundo tan cerrado como a veces parece?

- No lo creo, el flamenco es algo muy grande y esa supuesta cerrazón es una forma de protección en cierto modo. Los cambios los tiene que hacer la gente que está de verdad dentro del flamenco, quienes lo han asimilado desde siempre, quienes lo han mamado desde pequeñitos... A veces se dice de algunos músicos: «Está haciendo nuevo flamenco, se ha salido del flamenco». Y luego ves que en realidad ni siquiera había entrado. Por eso digo que quien está metido a fondo en el flamenco y lo conoce en profundidad, tiene todo el derecho a llevar a cabo otras búsquedas. Lo que no podemos hacer es llamar a todo flamenco.

- ¿Por ejemplo a esos cantantes televisivos que aflamencan la voz?

- Por ejemplo. Flamenco no es cantar en un ritmo de cuatro por cuatro, que salga la rumbita y ya está. Hay que aprenderse los palos, saber cómo hacerlos y comprender todo lo que rodea a ese mundo. Es algo tan enorme que mucha gente se tira años y años estudiándolo y no se entera de nada. No es algo que te puedas sacar de la manga: hay que profundizar en ello, igual que en el jazz.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios