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Domingo, 11 de febrero 2018, 08:56
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Plácido Domingo dirigió por la mañana al Orfeón en el ensayo del 'Requiem' de Verdi, una composición que el coro conoce a la perfección y que este mismo año interpretará ocho veces sólo en el mes de junio. Tras el ensayo, se planteó la posibilidad de que los orfeonistas que lo desearan se pudieran fotografiar junto al famoso tenor, lo cual se tradujo en 45 minutos de posados y autógrafos, según relató Manuel Cabrera durante la rueda de prensa. A continuación, el tenor comió en compañía del alcalde, Eneko Goia; el portavoz foral, Imanol Lasa; y el concejal de Cultura, Jon Insausti. Como quiera que el tenor había manifestado su deseo de no realizar una gran ingesta para decantarse por un almuerzo más frugal, el grupo acudió al bar Ganbara de la Parte Vieja donostiarra, en donde consumieron un menú degustación a base de pintxos. A saber: de cruasanes con jamón, de anchoas marinadas de diferentes maneras, de merluza, de txangurro, de alcachofas y de boletus. Todo, regado con una copa de txakolí de la Getaria natal de Pepita Embil. «Hemos comido un poquito», comentó en tono de broma.
Ya en la presentación, Goia manifestó el «auténtico placer» que supone participar en el «homenaje que la ciudad de San Sebastián hace a Pepita Embil, cuya figura se corre el riesgo de que resulte desconocida para las generaciones más jóvenes, según dijo. Y también mostró su gratitud a Sasibill «por la recuperación de un género tan nuestro como la zarzuela, que a veces nos parece tan lejano».
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