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La leyenda cumple ochenta años

La leyenda cumple ochenta años

El mundo del cómic se prepara para homenajear... a Superman

ÓSCAR GOÑI

Sábado, 2 de junio 2018, 14:08

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¿Dónde nacen las leyendas? Ésta lo hizo en la imaginación de un joven aspirante a escritor llamado Jerome 'Jerry' Siegel (17 de octubre de 1914 - 28 de enero de 1996, Cleveland, Ohio) y en los lápices de su amigo Joseph 'Joe' Shuster (Toronto, 10 de julio de 1914 - Los Ángeles, 30 de julio de 1992).

Y debe ser verdaderamente asombroso comprobar cómo, a medida que los años pasan, la obra va a sobrevivir a su creador, y también debe ser estrafalario primero e indignante después , ver cómo otros se enriquecen con el talento ajeno para, al fin, adueñarse de todo.

Es de noche en Cleveland, corre el año 1932. A la caza de una idea genial que le permita publicar en las revistas pulp de entonces como 'Amazing', 'Astounding' o 'Thrilling Wonder', Siegel describe a su héroe. «Concibo un personaje que se llama Samson, que encarna en un solo hombre a Hércules y a todos los forzudos de los que he oído hablar. Solo que más». En el fondo, no es tan original. Su propia fuente de inspiración ya es, en cierta forma, un superhéroe, y la mitología está plagada de ellos. Sin embargo, todas estas consideraciones quedan aparcadas mientras explica a Shuster lo que bulle en su cabeza. Aunque a lo largo del tiempo sufrirá innumerables adaptaciones, el diseño gráfico primigenio es el que aún hoy perdura. La capa, los colores azul, rojo y amarillo y la S en el pecho, de facto la parte del uniforme más modificada, y que nada tiene que ver con la reciente lectura cinematográfica del significado del símbolo. Con el dibujo terminado, en el que el nuevo héroe levanta a un delincuente mientras aguanta sin pestañear los disparos de ametralladora de un cómplice, Siegel escribe sobre él: «Un genio por su inteligencia. Un Hércules por su fuerza. Una Némesis para los malhechores. El Superman».

Y como suele ocurrir, transcurren cinco años sin que ninguna revista ni Syndicate se anime a publicarlo. La pareja de artistas no desfallece y, mientras siguen puliendo a su criatura, en 1937, un tal Sheldon Mayer, empleado de la Wheeler-Nicholson Company, rastrea el mercado en busca de nuevas propuestas y recuerda haber visto, un año atrás, a Superman. Presenta el proyecto a su jefe, quien prepara el lanzamiento de una nueva revista. Mayer le asegura que va a ser un éxito.

Se queda corto. Muy corto.

El primero

El año: 1938. La revista: 'Action Comics'. Su precio: 10 centavos. En 2014, en una subasta celebrada a través de eBay, ese mismo número alcanzó la cifra de tres millones doscientos mil dólares.

Ese 'Action Comics' se agota en los quioscos, pero solo es el comienzo. Superman no solo se hace extremadamente popular, sino que supone el arranque de toda una Era de personajes ataviados con los uniformes más insólitos, dotados con los poderes más imposibles que se puedan imaginar. Después de él, claro, llegará el Caballero Oscuro, sirva la acotación para contradecir la última aseveración... y Wonder Woman, Flash, Green Lantern, Elastic Man, Green Arrow..., literalmente, decenas de ellos, antes de que despierte el gigante dormido, Marvel.

Pero este no es el día de Marvel, aunque, quede claro, Marvel nació, como los demás, gracias a Superman. El mundo cambió gracias a Superman. Nadie podrá arrebatarle eso, nunca. Poco tiempo después de su brutal irrupción, el hombre de acero copa no solo 'Action Comics', sino que consigue su propia revista un año más tarde, una emisión diaria de radio extremadamente popular entre los jóvenes, juguetes, productos que se publicitan gracias al héroe... Superman crea una industria, una máquina de producir dinero multimillonaria, salvo para Jerry Siegel y Joe Shuster.

En 1946, llega la primera demanda judicial. Los derechos de autor de ambos genios han sido legalmente vendidos a la actual DC y, por tanto, nada reciben de los beneficios que genera su creación. Demasiado tiempo pasa hasta que, en 1975, cuando ya se habla del futuro estreno de la película 'Superman' de Richard Donner y con una presión tremenda, sobre todo por parte de los aficionados, la editorial concede una pensión anual de 20.000 dólares a Siegel y Shuster. Una broma, pero es el principio. Las reivindicaciones siguen,y consiguen cosas, muchas cosas, nunca las suficientes. Pero da igual. No desde un punto de vista económico, porque ellos fueron dos dioses que construyeron el futuro. Ellos nos dieron a Superman.

Superman es una esperanza. Es un símbolo. En un futuro para nuestros hijos. Justicia. Libertad. Igualdad. Y que el dios de todos, le bendiga.

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