Más de la mitad del público de pago del Jazzaldia es de fuera del País Vasco

El estudio es el resultado de las encuestas que realizó entre el público el año pasado la empresa Ikertalde dentro de un trabajo que abarca a todos los ámbitos en los que toma parte Donostia Kultura. Los resultados son más que positivos para el Jazzaldia, aunque hay una cifra con la que los organizadores del festival discrepan. En el informe se recoge que los asistentes de pago descendían un 25% respecto al año anterior, cosa que finalmente no sucedió. Miguel Martín encuentra la razón de esta diferencia «en que las encuestas se centraron durante los tres primeros días y en los dos últimos hubo un repunte de ventas. Si en 2013 se vendieron 12.819, en 2014 fueron 12.649, según nuestras cifras oficiales». Respecto a los conciertos gratuitos la asistencia fue similar con cerca de 150.000 personas.

Entre los asistentes a los conciertos de pago, el público mayoritario (45,8%) es el de más de 50 años. El público con menos de 35 años supone el 25,1%. En los de no pago la situación cambia totalmente y el público mayor de 50 años solo supone el 26% que el de menos de 35, que representa un 44,4%. En cuanto a sexos también hay diferencias sí se acude a un concierto gratuito o a uno en el que es necesario adquirir entrada. Parece que los hombres están más dispuestos a invertir en música porque en las actuaciones de pago el 56,5% son hombres y el 43,5% mujeres. La cifra se iguala en el caso de los gratuitos, un 50,6% es público masculino y un 49,4 femenino.

En cuanto al origen, en los eventos de pago, el público local representa el 42,8%, que se divide en un 33,9% de Donostia y el 8,9% del resto de Gipuzkoa. Del resto del Estado procede un 38,7% y del extranjero un 13,3%. Sumando estos dos últimos datos se desprende que más de la mitad de las personas que pagan entrada, un 52%, proceden de fuera de la Comunidad Autónoma Vasca. Otra cosa distinta son los conciertos gratuitos en los que predomina el público donostiarra (45,1%). Llama la atención que solo el 5% de los asistentes residen en Vizcaya o en Araba. Posiblemente el hecho de que estos dos territorios tengan sus propios festivales de jazz (Getxo y Vitoria) en fechas cercanas condicione su presencia.

Martín destaca la importancia que tiene para ellos contar con este documento porque «al estar dividido por sexos, por origen y por pago nos permite reflexionar sobre cómo tenemos que encarar la promoción del Jazzaldia y en qué aspectos de la programación hay que incidir».

Por ejemplo destaca el porcentaje del 38,7% que viene del resto de España a los conciertos con entrada. «Sabíamos que venía gente de distintas provincias españolas, pero no teníamos la constancia de que el número fuera tan elevado. El dato nos llamó mucho la atención porque pensábamos que sobre todo eran los locales, los donostiarras, los que compraban las entradas. También está el público extranjero, que es una cifra importante. Hay que tener en cuenta que son gente que adquiere las entradas con anticipación y hace una planificación para venir a San Sebastián en las fechas del festival».

En cuanto a nacionalidades, Martín explica que «un número importante de espectadores son franceses, pero no es una mayoría aplastante. Hay muchos procedentes de países anglosajones. De cien extranjeros una quinta parte vienen de Francia. Para nosotros ha sido importante conocer estos datos. Estábamos viendo que sí hacíamos un festival para la ciudad y para la provincia, porque en lo gratuito tenemos un 60% de guipuzcoanos en el Jazzaldia, pero ahora hemos constatado que en el caso de los conciertos en los que hay que comprar la entrada previamente por internet es un festival totalmente internacional. Ha sido una noticia muy buena».

El estudio realizado por Ikertalde también permite conocer cuál es el gasto medio diario por persona que se acerca a los conciertos en entradas, alojamiento, hostelería, transporte y comercio entre otros. En los eventos de pago, la cifra se eleva hasta a 107,3 euros, en tanto que en los de no pago se sitúa en 51,3. La media ponderada entre los segmentos es de 55,8 euros. Aquí también entiende el director del Jazzaldia que es una buena noticia para la ciudad porque «es relativamente elevado».

Según el origen del público cambian las tablas de los gastos. Entre el público de pago, son los del resto de España los que más desembolsan con una media diaria de 169,6 euros, seguidos de los extranjeros con 124,4 y del resto de la Comunidad Autónoma con 113,4. Los locales se quedan en 44,9 euros.

En el caso de los conciertos gratuitos el público internacional se pone a la cabeza con un gasto de 99,8 euros diarios en los distintos sectores de la ciudad; el del Estado asciende a 91,1 y los del País Vasco 74,3. Cada guipuzcoano asistente a estas actuaciones se deja 27 euros de media al día.

San Sebastián Turismo ofrece una serie de packs que incluyen la entrada a un concierto y dos noches de alojamiento con desayuno desde 105 hasta 237 euros.

Impacto económico

El impacto económico directo del Jazzaldia en la ciudad, es decir lo que gasta de la propia dirección, es de 1,67 millones de euros y el indirecto realizado por los participantes asciende a 5,75 millones de gasto terciario. En el estudio se especifica que resulta complejo decir qué parte de ese gasto es movilizado directamente por el Jazzaldia o responde a una confluencia de circunstancias -turismo estival más el evento-. En todo caso sí que dejan patente que el gasto son esos 5,75 millones. Hay que especificar que son datos de la edición de 2013 porque cuando se realizó el estudio el año pasado todavía no se podían computar todos los datos económicos de la edición de 2014.

A estas cifras hay que añadir una más, el impacto inducido: la suma del conjunto de los gastos directos de la organización y los asociados al acompañamiento de los participantes al festival arrastraría una producción total o impacto agregado de 11,138 millones de euros. Toda esta producción equivale a 96,5 empleos que se generan durante el Jazzaldia.

La recuperación de la administración a través de las diferentes vías impositivas asciende a 1,9 millones de euros, un monto superior al presupuesto movilizado por la organización -1,67 millones- y cuatro veces mayor que la aportación de las instituciones públicas.