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George Clinton, revolucionario del funk.
El Jazzaldia que vino de todas las galaxias
MÚSICA

El Jazzaldia que vino de todas las galaxias

Saturninos, ortodoxos, viejos amigos y grandes voces se cruzan en la colorista programación que se inicia hoy. Guía para buscar todas las músicas en el triángulo de la Trinidad, la Zurriola y el Victoria Eugenia, y más allá

RICARDO ALDARONDO

Miércoles, 23 de julio 2014, 08:58

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Extravagantes y teatrales, clásicos y ortodoxos, jóvenes y rompedores: de todo hay en la programación del 49 Heineken Jazzaldia que comienza hoy. Pero todo ordenado y rigurosamente distribuido: el jazz más genuino en todas sus coloristas variantes, en la Plaza de la Trinidad y el Kursaal; las propuestas más vanguardistas o con componente escénico en el teatro Victoria Eugenia y el Museo de San Telmo. Y el festival de pop-rock indie y gratuito, en el Escenario Verde de la Zurriola, secundado por la variopinta oferta musical para todas las edades y gustos de las terrazas del Kursaal. Con ese esquema mental, la curiosidad y los oídos abiertos deben ser los guías.

Gente que viene de Saturno

Algunos de los mejores músicos que se escucharán en esta edición tendrán pinta de chalados. Sun Ra fue uno de los más visionarios e insólitos creadores que ha dado el jazz. Decía que venía de Saturno y todos le creímos. Vestía como de ciencia-ficción low-cost. Dejó en funcionamiento la Sun Ra Arkestra, que sigue desarrollando su fabuloso y único planeta musical. Llenarán de colores la Trinidad. Más color aún, y fogosidad, sudor y electricidad, desprende otro músico lunático que revolucionó la tierra del soul y el funk, George Clinton y sus bandas Parliamente y Funkadelic. Si quieren fiesta, baile y extraordinaria música negra, no falten. A L'Orchestre d'Hommes-Orchestre les conocimos haciendo música de Tom Waits, ahora parten de Kurt Weill para su invento musical con un escenario lleno de cachivaches.

Que nadie nos toque el jazz

Frente a los temores infundados de algunos, el jazz está preservado y aparece en abundancia en la programación. Sigue siendo su base. Nicholas Payton, trompetista consagradísimo hace tiempo, viene esta vez con una remembranza de Miles Davis y su 'Sketches of Spain', disco mítico. Hace dos años le vimos dentro de otro proyecto 'davisiano', Ninety Miles. Infalible. Otro grande de la trompeta, insuficientemente popular, pero de culto total, a veces equiparado a Chet Baker: Enrico Rava, italiano pero universal, viene en prometedor quinteto. El tercer tompetista de nivel máximo será Wadada Leo Smith. Los derechos civiles de los negros y su habitual mirada a las músicas del mundo, son la locomotora de su actual cuarteto. Y ahora que nos ha dejado Charlie Haden, nos queda Dave Holland. Su contrabajo es siempre cálido, acogedor y anchísimo. Ahora tiene nuevo grupo, Prism. Es un cuarteto, pero ¡con dos baterías!

Esos músicos me suenan

Sí, han venido muchas veces y puede aparecer la sensación de 'deja vu'. Pero no paran quietos y siempre tienen una cara nueva que ofrecer. Chick Corea y Stanley Clarke estuvieron con su mítico cuarteto Return To Forever, ahora siguen con ese mítico repetorio pero en forma de dúo y con las esencias de cada una de esas dos enormes personalidades por separado. El guitarrista John Scofield, estandarte de la fusión y el virtuosismo, aterriza con su intermitente banda Überjam, en excitante duelo con el también guitarrista Avi Bortnick. Y Bobby McFerrin... qué decir de él, si él lo canta todo. La novedad: viene más espiritual que nunca, dando su muy particular vuelta al gospel. 'Spirityouall' lo llama.

Vanguardias a cualquier edad

No saldrá en titulares pero es un pequeño gran acontecimiento la actuación de Muhal Richard Abrams, pianista tenaz en la evolución del jazz más vanguardista, durante 50 años. Solo con su piano, un veterano dispuesto a sorprender. Bugge Wesseltoft reaparece periódicamente para enseñarnos sus nuevos avances en la fusión de jazz y electrónica. Con el nombre de Bugge' n' Friends se trae a su vera a Erik Truffaz, otro que tal. Ambos saben que un DJ puede ser un músico más del quinteto. La asociación de An On Bast y Maciej Fortuna, electrónica y trompeta, para acometer música de Krzysztof Penderecki, resultará imprescindible para amigos de lo desconocido. Y la pianista Toshiko Akiyoshi, que recibirá este año el premio honorífico Donostiako Jazzaldia, legendaria al frente de su big band, se presenta como cuarteto junto a un nombre sonoro por sí mismo, el saxofonista Lew Tabackin. Y retengan el nombre de quienes pueden ser la sensación del año Snarky Puppy, colectivo multiforme capaz de cualquier cosa.

Almas de mujer

En línea clásica o rompiendo moldes, de las grandes divas a los nuevos valores, el jazz vocal femenino siempre da gusto. Y este año está todo el espectro. A René Marie le conocimos hace unos años en San Telmo y fue una revelación. Mantiene el punto justo entre tradición y modernidad, fuerza y sensibilidad. Ofrece dos actuaciones en cuarteto. También descubrimos en San Telmo a Kristin Asbjornsen, el mismo día que produjo aquella terrible matanza en su país, Noruega. Actuó, y con una emoción enorme mostró su espiritiualidalidad y las enormes posibilidades de su voz. Ahora vuelve con cuarteto. Y para eso que se suele llamar 'gran dama del jazz', Dee Dee Bridgewater estará aquí para marcar capítulo: viene por primera vez, avalada por una enorme carrera, tres Grammys y su devoción por Billie Holiday y Duke Ellington.

El pop que hace épocas.

Desfilarán por el Escenario Verde mitos de diferentes décadas, vigentes aún hoy. Ray Davies hizo tal cancionero al frente de los Kinks, de 'You Really Got Me' a 'Sunny Afternoon' que podría ofrecer la mejor lección de pop durante toda una jornada. Y no solo en los 60, también triunfó en los 80. Echo & the Bunnymen hicieron del pop en los 80, algo oscuro, elegante y melancólico. Marcaron una época. Tuvieron un gran resurgimiento en los 90 y ya son eternos.Y The Horrors, con un plus de oscuridad, rock y teatralidad, han dado en los últimos años nuevo brillo de cuero negro a todo ese legado. Sin olvidar a Wire, de lo más distinguido e imbatible del post-punk, en rápidas y rotundas píldoras.

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