Dos 'chipirones' pintan juntos

«Somos como primos, pero es la primera vez que trabajamos juntos», decían ayer tras realizar su trabajo, un mural pintado con tinta de sepia e ilustrado con motivos marinos, como chipirones o pulpos, que fusiona los personales estilos de los dos creadores. Era un encargo de Nortindal, empresa guipuzcoana con sede en Lizarza que elabora productos como la tinta de sepia o chipirón, fondos para paellas y otros aderezos alimenticios. «Vendemos en más de 40 países y queríamos plantear algo original en una reunión gigante como Alimentaria», explica Jorge Malles, gerente de la firma. «Surgió la posibilidad de colaborar con estos dos genios y no lo dudamos. Sellaremos el mural para que se conserve bien y lo expondremos en la fábrica. Esto da buena onda».

Los artistas eran los más felices. Con los guantes aún puestos, para proteger sus manos de los pinceles cargados de tinta negra, proclamaban su admiración mutua. Trabajan ahora en otro proyecto que volverá a unirles: cada uno va a realizar un mural en los restaurantes que prepara José Andrés en Nueva York. Mariscal dice que trabajar con esta tinta marina fue fácil. «Pensaba que olería peor», bromea. «Es que los dos somos un poco chipirones», responde Urmeneta.

En una macroferia como ésta hay que distinguirse. Se reúnen 4.500 firmas expositoras y se esperan más de 150.000 visitantes de todo el mundo. En esa Babel resonaban ayer los aplausos que concitaba Inaxio Perurena en su demostración de levantamiento de piedra con piezas de hasta 270 kilos. Lo hizo de la mano de su amigo Napo Lertxundi en el stand de la sidrería Saizar, el txakoli Ameztoy y otras firmas vascas. Como su padre, Perurena no es solo un atleta de primera línea: explica también los secretos de su deporte con un seductor discurso.

La presencia de Euskadi es notable en la feria. Unas 80 empresas traen sus productos, en buena parte con el respaldo del Gobierno Vasco y la punta de lanza de innovación del instituto Azti.

Edorta Lamo, de A Fuego Negro, hace cocina en directo, y la gastronomía vasca, desde clásicos como Rafa Gorrotxategi y sus dulces de Tolosa hasta firmas que empiezan, como el txakoli Hika de Billabona, respaldado por el cocinero Roberto Ruiz, buscan clientes.

Los chefs guipuzcoanos, como Andoni Luis Aduriz, Elena Arzak, Pedro Subijana y Martín Berasategui,presentan ponencias o participan en los actos, aunque ayer el más solicitado era Karlos Arguiñano, que posaba para los selfies con paciencia. «Lo hago encantado», dice. El cocinero televisivo presentaba sus nuevos vinos de K Pilota: el ya conocido txakoli guipuzcoano, un rosado navarro y un tinto de la Rioja alavesa.