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ITZIAR ALTUNA
Miércoles, 14 de junio 2017, 06:58
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La artista vizcaína Gentz del Valle ha diseñado una instalación que pretende crear una experiencia en el espectador a partir de la imagen de un lugar y de la posición de uno mismo en él.
El montaje se ha elaborado a la medida del espacio expositivo de la Ganbara del Koldo Mitxelena y se podrá visitar desde hoy hasta el 26 de agosto.
La obra se divide en dos partes: la oscura, en la que se situará el espectador, y la iluminada, la que tendrá que intentar vislumbrar. Nada más entrar en la sala, el visitante se encontrará con un gran muro negro y, al fondo, unos pequeños orificios por donde sale algo de luz. Cuando se acerque allí y miré a través de los agujeros -hay 15 en total ubicados a distinta altura- lo que percibirá es parte de una pintura que evoca a la naturaleza. La imagen que se esconde tras la oscuridad es un cuadro de grandes dimensiones, de 19 metros de ancho por 2,4 de alto, realizado en carbono sobre papel. «Desde cada agujero se ve algo distinto y es difícil ver la totalidad del dibujo», afirmó la autora de la obra en la presentación de la exposición.
Título.
'Perspectiva (Fuera de Lugar).
Autora.
Gentz del Valle.
Lugar.
Ganbara del Koldo Mitxelena.
Fecha.
Hasta el 26 de agosto.
Horario.
De martes a sábado, de 11.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas.
La instalación sorprende a primera vista, aunque una vez superada esta sensación, el espectador tiende a acercarse a esos puntos de luz. «Puedes llegar a pensar que no hay nada, pero sí que lo hay. Lo que ocurre es que hay algo muy sutil, eso de lo que no somos tan conscientes», comentó Del Valle.
El trabajo lleva por título 'Perspectiva (Fuera de Lugar)' y plantea una pregunta acerca del equilibrio como referente en la interpretación. «La muestra está planteada como un cuestionamiento sobre nuestra manera de mirar el mundo. Tiene que ver con el lugar como un enclave espacial, que utilizamos como referencia significativa», explicó la autora.
«Pertenecemos a una civilización que se autoconsidera la más desarrollada de toda la historia, y nos parece que nuestra idea de progreso y bienestar es la mejor. Desde ese punto de vista, nuestro lugar está dentro de ese mundo y nos defendemos de todo aquello que pone en peligro esa idea, levantando muros y fronteras», señaló la artista. «En esta instalación, sin embargo, el espectador entra a un lugar en penumbra, y se dirige hacia el único sitio que tiene luz, pero al que no puede llegar».
El espacio carece de imágenes creadas. De la pared cuelgan diez espejos, en los que el espectador se verá reflejado. «Las imágenes que aparecen somos nosotros mismos y nuestra sombras, que reflejan ese otro mundo». Según la autora de la obra, esa sombra también nos puede hacer reflexionar sobre nuestra manera de mirar el mundo, en este caso, la luz estaría fuera y nosotros estaríamos en el lado oscuro. «Ese lugar oscuro nos hace mirar a través de esos sistemas de representación del mundo que se inventaron siguiendo las teorías de la racionalización, que son los sistemas de la perspectiva. El invento que mejor ilustra esa forma de ver sería la cámara fotográfica». La artista explicó cómo esa perspectiva establece una diferencia entre lo subjetivo y lo objetivo que, en su opinión, «en nuestra cultura se ha desarrollado de forma exagerada». Lo que ella deja fuera en este trabajo es la imagen de la naturaleza.
Naturaleza y feminismo
Gentz del Valle trabaja mucho con las imágenes de la naturaleza y todo aquello que nos rodea. «En mis trabajos casi siempre aparece la naturaleza, porque soy mujer y trabajo desde una perspectiva feminista. Y en ese sentido, la naturaleza se relaciona con el lado femenino del mundo».
Sin embargo, en esta exposición la imagen de la naturaleza no se podrá contemplar en su totalidad, sólo a través de los orificios de la pared. «El espectador va a tener que interactuar, y esto forma parte de la instalación. Es como entrar en un sueño, y descubrir lo que se nos está intentado comunicar».
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