Argomaniz: «Hay algo especial entre Bruce y la ciudad por la respuesta de su público»

- Cuando la primera vez que trajo Get In a Bruce a Donostia, en 2008, declaró que había sido la negociación «más dura» de su carrera y que la oferta «había rayado lo criminal». ¿qué tal sido ahora? ¿más o menos difícil?

- No recuerdo que dijera eso exactamente, con esa palabra. Tal vez, pero el caso es que ahora estoy feliz de la vida. Ha habido mucha tensión acumulada en la espera porque esta gira incluía menos fechas que otros anteriores tours. Hay menos ciudades y, por lo que he visto, creo que de momento Donostia va a ser la ciudad más pequeña, con menor población en la que va a tocar esta vez. Realmente ha sido complicado lograrlo.

- ¿Qué cree que ha jugado a favor de Donostia?

- Creo que hay algo especial con San Sebatián y de San Sebastián con él. Y creo que una de las razones es la respuesta del público con Bruce y estoy seguro que va a ser esta vez igual, está clarísimo. La ciudad le gusta, pero, aparte de eso, sin ninguna duda tiene que haber una buena respuesta en la venta de entradas y aquí la ha tenido siempre. Y eso hace que haya grandes expectativas siempre. Es imposible tener mejor respuesta de público porque se vendió todo en horas.

- En la gira anterior no consiguió llenar en algunas citas ¿hay miedo a que se repita?

- No rotundo. Springsteen no ha dejado nunca sin vender una entrada aquí. Yo creo que es muy difícil que un artista haga tres estadios seguidos en doce años a lleno total en una ciudad de las dimensiones de Donostia y las tres, llene.

- ¿Desde cuando están con la negociación en marcha?

- Desde hace unos meses. Sobre todo, lo peor han sido los nervios por la espera y la incertidumbre hasta saber qué planes tenía esta vez para Europa, al ser un tour más reducido en fechas.

- ¿Hubo al final esa dura pugna con la ciudad italiana de Padua?

- Con Padua y con otras más. Estuvieron ahí un montón, pero eso es parte de lo normal. Es que ciudades del tamaño de Donostia que quieran tener a Springsteen en Europa, como te puedes imaginar, hay muchas. Cada vez hay más competencia y más ciudades, pero estamos muy contentos.

- El montaje escénico que requerirá no será muy espectacular.

- Es que lo espectacular en Springsteen son las más de tres horas que está tocando. Eso es lo que realmente la gente se lleva. La última vez en Anoeta estuvo todo el rato lloviendo y allí no se movió nadie. Fue algo mágico. Siempre digo que la sensación es como de estar viendo el último concierto del Boss de la forma en que se entrega y lo da todo. Y por eso la respuesta del público es la que es.

- ¿Qué sensación le quedó de las dos anteriores citas?

- Sobre todo que algo tiene que haber con que la ciudad responda como responde. Han sido conciertos que traen una sonrisa a la ciudad, además ahora, en el año de la capitalidad cultural.

- Aunque no está dentro del programa oficial ¿es su manera de contribuir a la capitalidad este concierto?

- Creo que es una buena guinda para este año 2016. No tiene nada que ver con el programa pero como desde otras instancias también se puede hacer algo por este evento, pues que quien venga, lo disfrute.

- ¿La respuesta de la gente anima a apostar fuerte por traerle?

- Todo eso está muy bien pero hasta que ocurre, el que hizo Sevilla o Las Palmas en el tour anterior y no llenó también pensaba y esperaba lo mismo, llenar. Lo firmaría con los ojos cerrados. Pero las cosas hay que hacerlas bien para llenar. Con la población que tenemos, no siempre es fácil tocar en ciudades de estos tamaños, por eso lo hace menos en ellas. Y que lo haga en Donostia, repito, es una gozada. De hecho, te puedo asegurar que a día de hoy ya no hay una habitación libre en ningún hotel en San Sebastián para ese día. Esa es la señal más clara de la respuesta que recibe. También Anoeta es muy agradecido para ver conciertos. Tendremos que disfrutar mientras siga siendo estadio, que no le queda mucho.