Así será Tabakalera House

El hotel, cuyos permisos se tramitan ahora en el Ayuntamiento, podría estar en funcionamiento en Semana Santa, a primeros de abril del próximo año, aunque en la gerencia de Tabakalera se confía en que puedan acortarse los plazos y abrir en febrero, conforme a las fechas establecidas en la concesión.

«Va a ser un hotel con una poderosa personalidad, con estilo propio y con la marca Tabakalera como una apuesta de proyección internacional relacionada con la cultura», explica un portavoz de la empresa Nuevos Espacios Habitables, una firma con sede en Madrid y compuesta por un equipo multidisciplinar de profesionales, mayoritariamente arquitectos, que ganó el concurso para explotar el hotel.

La personalidad y gestión de Tabakalera House, nombre con el que será comercializado el hotel, nada tiene que ver con el resto del centro cultural. En su momento la gerencia de Tabakalera convocó el concurso para el hotel, en paralelo a los concursos para gestionar el restaurante situado en la planta superior del edificio, bajo la cúpula de cristal, y la cafetería de la plaza de aceso. Nuevos Espacios Habitables, empresa surgida del sello Arquitectos Asociados, fue la ganadora de la contrata del hotel. Con sede en la capital española pero profesionales gallegos y vascos en su equipo, este sello está especializado en la construcción y gestión de hoteles, según explicaba recientemente uno de sus responsables a DV en su primera declaración pública en relación con este proyecto.

Gestionado por Fontecruz

«Nosotros ganamos el concurso y recurrimos a un operador de prestigio, la cadena Fontecruz Hoteles, para la gestión», explica el portavoz. «Buscábamos una cadena de primera línea que entendiera que nuestra intención es potenciar la marca 'Tabakalera House' por encima del nombre de la propia cadena».

Las imágenes explican la filosofía del proyecto. «No sabemos si al final dominará el rojo, como se ve en esas maquetas, u otro color, pero sí que el diseño será de primera calidad, con materiales naturales que montamos como un mecano. Con el edificio ya construido, como está, la realización del interior puede hacerse en poco tiempo».

A la espera de que el Ayuntamiento tramite los permisos (extremo que se hará «en breve si no hay dificultades inesperadas», según explica el concejal de Urbanismo, Enrique Ramos) la obra arrancará pronto. La fecha límite para arrancar es la Semana Santa «pero intentaremos acortar plazos», explican en la empresa. El gerente de Tabakalera, Haritz Azkarraga, sigue manejando febrero como fecha provisional de apertura.

El hotel contará con 47 habitaciones. Tres de ellas serán suites de 90 metros cuadrados cada una, en dos plantas. Habrá otras tres suites de gran tamaño. Una planta incluye 'miniapartamentos', con una pequeña cocina, destinado a creadores o artistas que estén trabajado en Tabakalera u otros espacios de la ciudad. El concurso planteaba como obligatoria esta prestación.

La parte de Tabakalera destinada a hotel se encuentra en el ala izquierda del edificio según se entra desde Duque de Mandas. Ahora mismo se encuentra aún cerrada, a la espera de que comiencen las obras.

Una propuesta «distinta»

Los responsables del hotel remarcan su «apuesta» por Donostia. «Pensamos que 2016 y la capitalidad europea será otro empujón a una ciudad que ya está gozando de un amplio 'boom' turístico, y que Tabakalera se convertirá en un lugar de prestigio más allá de ese año».

Fuentes del sector turístico de San Sebastián recuerdan que los impulsores de Tabakalera House «llevan tiempo» familiarizándose con la ciudad «con una propuesta diferenciada de la actual oferta donostiarra. Es un tipo de hotel urbano que está triunfando en Europa, para clientes de poder adquisitivo que prefieren ubicaciones relacionadas con la cultura, o espacios distintos, como una fábrica rehabilitada».

El gerente de Tabakalera, Haritz Azkarraga, no teme que un hotel de alto standing «choque» con la personalidad del centro cultural, más volcada en las nuevas corrientes artísticas. «El público sabe diferenciar qué es la propia actividad cultural que depende de nosotros y cuáles son los servicios que han sido adjudicados a otros», concluye.