Borrar
Espectaculares imágenes de la ballena de Getaria
La ballena abandona Getaria

La ballena abandona Getaria

El cetáceo ya se encuentra en alta mar tras ser ayudado a salir del puerto

DV

Miércoles, 4 de enero 2017, 11:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La ballena que el lunes por la noche llegó al puerto de Getaria se encuentra ya en alta mar, tras ser ayudado por un equipo de trabajo formado por miembros de Cruz Roja y de la Sociedad para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina, Ambar. Hasta primeras horas de la tarde de este miércoles el cetáceo ha estado nadando entre las boyas que sirven de amarre a los barcos y la dársena.

La ballena es un rorcual común de unos 12 metros que podría estar enfermo o presentar alguna lesión. Por esta razón, miembros de la Sociedad para el Estudio y la Conservación de la Fauna Marina, Ambar, han vuelto a primera hora de este miércoles a Getaria para «controlar la situación». Además, han solicitado a los curiosos congregados no acercarse ni molestar al animal. Una vez allí, han constadado que el cetáceo nada «cada vez más lentamente».

La ballena llegó el lunes por la noche sin hacer ruido. Para entonces la noche se había echado. Pero su entrada en aguas del puerto exterior no pasó desapercibida. Su ronco resoplar alertó a quienes a esas horas paseaban por el recinto portuario o tenían largadas sus cañas. Fue luego cuando pudieron vislumbrar el prolongado lomo oscuro del cetáceo.

La noticia se extendió rápidamente por la localidad. "Hay una ballena en el puerto". En poco tiempo, los muelles se convirtieron en un hervidero de gentes. "No te puedes imaginar el interés que despertó. No había sitio ni para aparcar. Si a esa hora llega a venir un camión a cargar no habría podido entrar", señaló un vecino.

En las horas siguientes, el rorcual se dejó ver siempre en la misma zona, entre las boyas que sirven de amarre a los barcos de pesca y la dársena. "Como no sabíamos por dónde iba a salir, nos teníamos que guiar por el ruido de la respiración. Se le escuchaba perfectamente".

Un soplo de seis metros de altura

  • rorcual común

  • El rorcual común puede llegar a medir hasta 26 metros. Es de color gris plateado. La aleta dorsal es pequeña y se localiza en el tercio posterior del cuerpo. La parte inferior es blanquecina, con entre 50 y 100 pliegues. Son algunas de las características del rorcual común (Balaenoptera physalus), como el que en las últimas horas ha llegado al puerto de Getaria.

  • Se trata de una especie que vive en aguas profundas de hasta 3.000 metros. Su soplo alcanza seis metros de altura. El periodo en el que más ejemplares se ven en aguas del Golfo de Bizkaia es agosto y septiembre. No obstante, su presencia en esta época tampoco resulta extraña, sin bien por estas fechas, las hembras adultas se dirigen a dar a luz a aguas tropicales.

  • Las mayores poblaciones se encuentran en aguas frías y templadas. Es una especie protegida, de manera que su captura se encuentra prohibida. Se trata del segundo cetáceo más grande del planeta después de la ballena azul.

Poco antes de la media noche, según algunos testigos, el rorcual abandonó el puerto tras la estela de alguna embarcación. Sin embargo, en algún momento de la madrugada regresó y con las primeras luces del día fue avistado nuevamente.

La atracción se mantuvo toda la jornada de ayer. Veteranos arrantzales, familias enteras y curiosos se arremolinaron de nuevo frente al agua. Por la tarde, el tráfico en el puerto poco menos que se colapsó.

Las inmersiones del mamífero oscilaban entre los tres y siete minutos aproximadamente. "Llevo toda la vida en Getaria y nunca había visto nada parecido. En la mar claro que había observado ballenas iguales, muchas veces, pero jamás dentro del puerto", explicó un experimentado pescador. "Seguro que ha venido a morir. Estará enfermo, sin fuerzas y desorientado. Tiene la aleta del lomo un poco torcida", matizó un colega suyo.

Ejemplar delgado

Con las luces del día se pudo determinar que se trataba de un individuo joven de la familia de los rorcuales comunes. En un primer momento, dadas sus dimensiones, se barajó también la posibilidad de que pudiera tratarse de un rorcual aliblanco, ya que esta especie es de menor tamaño.

Miembros de Ambar se trasladaron al puerto guipuzcoano, donde pudieron determinar que se encuentra especialmente delgado. En el lomo sobresale excesivamente su espina dorsal, por lo que no es descartable que se encuentre enfermo o presente alguna herida. Este último extremo, de momento, no ha podido ser confirmado.

Aun cuando su llegada no deja resultar una incógnita, las hipótesis que manejan los expertos es que o bien accedió el interior del puerto tras un banco de peces, o bien aquejado de alguna dolencia y, por lo tanto, "en busca de tranquilidad, ya que estos días no hay precisamente mucha actividad", señaló Enrique Franco, vicepresidente de Ambar.

Mucha precaución

Desde Ambar han recomendado en todo momento a la población que se mantuviera alejada del animal y que no le causara molestias. "No hay que acercarse, ya que en el caso de que estuviese afectado por alguna enfermedad podría incluso contagiar a los seres humanos", advirtió Franco. Del mismo modo, el vicepresidente de la asociación aconsejó que ninguna embarcación se aproximara al rorcual. "Y, por supuesto, que a nadie se le ocurra sumergirse cerca de él. No olvidemos que se trata de un animal salvaje y que un golpe con su aleta caudal podría causarle la muerte. Lo que tiene que hacer la gente es disfrutar del espectáculo que supone ver las evoluciones de una ballena", precisó Enrique Franco.

Una persona ya fue conminada ayer a salir del agua cuando pretendía sumergirse equipado con un traje de neopreno en aguas próximas a las que nadaba la ballena.

En 2012, otro rorcual común, este de casi diecisiete metros y diez toneladas fue a morir a la playa de La Concha. Un año antes, un cachalote quedó varado en la playa de Zarautz.

En 2014, un ejemplar de yubarta, de diez metros, realizó espectaculares saltos en aguas de Mutriku. Cursillistas de Buceo Euskadi fueron testigos del espectáculo y tomaron imágenes de las evoluciones del gran cetáceo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios