El programa europeo de intercambio Erasmus+ tiene este verano su cita en Irun

«El Ayuntamiento reforzó recientemente su atención a todos aquellos jóvenes interesados en moverse por Europa y conocer otras culturas», recordó Martínez. Así, en 2016, surgió «un servicio que, además de ofrecer asesoramiento a los jóvenes irundarras, convoca varias veces al año intercambios con jóvenes de otros países; en ocasiones son experiencias en el extranjero y otras veces el destino es nuestra ciudad», apuntó. El programa está dirigido a chicos y chicas de la ciudad entre los 13 y los 17 años y el plazo para inscribirse irá del 23 al 27 de abril. «Si el número de solicitudes que recibamos esos días superan el número de plazas disponibles, entre ocho y diez, se realizará un sorteo para asignarlas», anunció la delegada.

Tanto para apuntarse como para ampliar información, los interesados pueden acudir a la oficina de información juvenil iGazte (en el CBA, martes jueves y viernes de 11.00 a 13.30 y lunes y miércoles, de 17.00 a 19.30 horas), o contactarla mediante teléfono (943 505 446) o correo electrónico (ieurope@irun.org).

Durante las diez jornadas en las que se desarrollará la actividad por parte de esa treintena de jóvenes europeos, todos ellos convivirán en el albergue de Martindozenea y compartirán un completo programa de actividades. La base del mismo pasará por conocer las culturas y tradiciones de los compañeros, trabajando valores como el respeto, la autonomía personal y el aprendizaje intercultural. Pero hablando de jóvenes, no faltarán propuestas para las veladas nocturnas y las excursiones con las que conocer lugares de interés cercanos.

Dado que las fechas del encuentro coincidirán con las del festival romano de la ciudad, Dies Oiassonis, «ya hemos contactado con las responsables del Museo Oiasso para empezar a hablar de las actividades en las que estos jóvenes podrán participar de forma activa», anunció Encinas.

La técnico fue muy clara a la hora de destacar las ventajas que este tipo de programas de intercambio tienen en los jóvenes de esas edades. «Contribuyen al desarrollo de competencias personales, culturales y, obviamente, lingüísticas. Eso mejora la empleabilidad futura de estas personas», no sólo por las aportaciones personales que suponen, sino porque, «en Europa, la participación en este tipo de iniciativas se identifica con una serie de competencias que están homologadas y se valoran en todos los países hasta el punto de que se considera formación no reglada que cabe incluir dentro de los curriculum vitae de los jóvenes», señaló.