El CBA homenajea con una muestra a quienes dan nombre a sus salas

«Por su actividad y afición, destacaron en la sociedad del último siglo y su legado hoy en día es extenso», hace hincapié la delegada de Cultura, Juncal Eizaguirre, y explica que la exposición, que permanecerá abierta hasta el 7 de septiembre, «servirá para recordar su trabajo y acercarlo a las nuevas generaciones».

A través de fotografías, recortes de prensa y objetos de Loidi, Arizmendi y Vicuña el visitante puede ahondar un poco más en su vida, sobre todo en las de aquellos que tal vez resulten algo más desconocidos para el público. Ese puede ser el caso de María Elena de Arizmendi, que se dedicó a investigar sobre la danza, la música y la indumentaria y cuyos trabajos culminaron en una obra relacionada con la etnografía vasca llamada 'Vascos y Trajes' (1976), de la mano de Julio Caro Baroja y con la colaboración, entre otros, de Gaspar Montes Iturrioz. Su relación con personalidades como Sorozabal o Balenciaga son conocidas, así como la importancia que tuvo en el intercambio de conocimientos entre ellos.

Arquitectura y letras

Por su parte, Manuel Sainz de Vicuña, arquitecto, realizó su primer proyecto en el número 32 del paseo de Colón. Su vinculación con Irun continuó en otro gran proyecto, el de la fábrica de la Perfumería Gal en Alcalá de Henares. Más tarde llegaría una de sus grandes tareas: la puesta en marcha de la Red de Paradores Nacionales, entre la que se encuentra el de Hondarribia. Asimismo, y pese a que no llegaron a materializarse, también ideó otros proyectos para la ciudad como un hostal en el monte San Marcial y el Museo de la Isla de los Faisanes (ambos de la mano de Néstor Basterrechea), o la Escuela de Hostelería en Artaleku.

Sobre Loidi poco se puede decir que no se sepa ya. Muy conocido por su profesión de farmaceútico, escribió la primera novela policíaca en euskera y demostró ser una apasionado del dibujo y la música.