Mármoles de Baztan presenta un ERE temporal para toda la plantilla

SOS Alkerdi

La plataforma SOS Alkerdi, contraria a las explosiones en la cantera de Alkerdi, mostraba su solidaridad a los trabajadores de Mármoles del Baztan por la regulación del empleo al que se van a ver sometidos, y por la amenaza de despidos.

La empresa justifica esta decisión por la imposibilidad de realizar voladuras de 3.000 kg. en la cantera de Urdazubi -Urdax. Según la plataforma «en realidad en la planta de corte y preparación de Mugaire se trabaja con un 90% de piedra comprada de otras canteras y solo con un 10% de la de Alkerdi. Además durante los años 2009 a 2011, la cantera permaneció cerrada, y la planta siguió funcionando. Estos datos obran en los expedientes del Departamento de Desarrollo Económico y han sido aportados por la propia empresa».

Desde la plataforma indican que en la próxima reunión se tratará específicamente la tramitación administrativa del expediente. El nuevo Gobierno de Navarra accede a la petición de la plataforma de revisión de los actos administrativos que llevaron a la aprobación de un proyecto de explotación «que pone en peligro la seguridad de las cuevas de Alkerdi y Berroberria, afecta gravemente a la salud y el bienestar de los habitantes de los barrios de Leorlas y Alkerdi, y daña directamente al sector turístico y comercial de la zona de Urdax y Zugarramurdi», según SOS Alkerdi.

El Ayuntamiento

Por su parte, el Ayunamiento de Urdazubi ha reiterado «su postura contraria a la renovación de la actividad de la cantera».

El alcalde de Urdazubi-Urdax, Santiago Villares, reiteró en la reunión que las voladuras previstas por esta empresa «dañan una parte del patrimonio del pueblo, conformado por las cuevas de Berroberría y Alkerdi (protegidas y catalogadas) y por otras cuevas de la zona (Zelaieta I y III) y que se quieren salvaguardar».

Villares también añade que la explotación de la cantera «repercute negativamente en el turismo y comercio de la zona, por molestias causadas por ruido, polvo, vibraciones, y la circulación intensa de los camiones, además de que molesta a los vecinos y de que es contraproducente para los agricultores y ganaderos. Recordó que se producen también daños al entorno del pueblo, en particular a un roble centenario que se encuentra a pocos metros y que atrae turismo».

Villares recuerda que la empresa mantiene los permisos y condiciones de explotación vigentes desde 2003 en los permisos municipales, respetando las condiciones establecidas, pero prohibiendo cualquier otra forma de explotación distinta a la autorizada, que es lo que ahora se cuestiona con las nuevas voladuras. Desde el Ayuntamiento creen que la modificación propuesta por la empresa «es sustancial, por lo que se debería tramitar un nuevo proyecto de actividades clasificadas».