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Museo. Inaugurado hace siete años y medio, se ha renovado su oferta.
El Museo de las Brujas se renueva

El Museo de las Brujas se renueva

Seis figuras de tamaño natural, obra del beratarra Ignacio Larra, representan las 'sorginak'

ALICIA DEL CASTILLO

Domingo, 29 de marzo 2015, 01:06

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Hasta el 31 de octubre todo aquel que visite el Museo de las Brujas de Zugarramurdi se topará con las 'sorginak' que ha ralizado el pintor y escultor beratarra Ignacio Larra.

Se trata de seis figuras de tamaño natural que, integradas perfectamente en los distintos escenarios del museo, completan su significado. Como comentan desde el Museo de las Brujas, «gracias a su realismo y cuidado del detalle, causarán de seguro un gran impacto en el espectador».

'Sorginak'

Son seis 'sorginak' representadas en diversas situaciones. La 'Bruja del Farol' recibe al visitante. «Alumbrándose con un farol y ayudada por unas pequeñas gafas, mira fijamente al Akerra, en el entorno de un bosque fotografiado que se sale de los límites de la propia imagen», explican.

La 'Bruja Encarcelada' está inmovilizada con cadenas auténticas en el interior de la jaula y mantiene una actitud suplicante ante los inquisidores que la flanquean. El artista destaca sus ojos brillantes: son lágrimas de dolor y pena. Simboliza las penurias que pasaron los acusados en el Auto de Fe de Logroño de 1610.

'El Niño y la Niña' son la personificación de la pesadilla, de la oleada de pánico que invadió la zona tras los sucesos de Logroño. Estas figuras ocupan un lugar donde el artista ha intentado expresar el caos, con telas que vuelan o muebles volcados, salidos de su espacio. «Da la impresión de que los niños prácticamente se levantan de sus camas y caminan en sueños siguiendo la estela de la escoba, que los arrastra hasta el akelarre».

El visitante se encontrará con 'La Hilandera' en el apartado dedicado a las Labores del Hogar. Con su expresión concentrada en la tarea, el atrezzo que la rodea, como una rueca y un husillo de lana auténtica, junto con una nueva iluminación, es una figura «colosal», según el artista, que «llama poderosamente la atención».

'La Bruja de la Cocina' es la imagen de la típica sorgina sabia, que conoce todos los recursos de la Madre Naturaleza, y que en su cocina elabora remedios con las plantas medicinales. Todo esto se puede ver en esta escena, donde no falta el caldero, las plantas medicinales, los frutos silvestres, la cocción, el humo...

Todas estas figuras son muy realistas y están cuidadas al máximo detalle, debido quizás a la tradición pictórica de Ignacio Larra, a quien le gusta recrear escenarios barrocos muy detallistas. Están realizadas a partir de una estructura de acero, papel industrial, poliespán y espuma. Una vez lograda la posición deseada, las esculturas han sido vestidas con telas auténticas. La cabeza y las manos, las partes que más destacan por el realismo de su expresión, han sido confeccionadas con plastilina modelada y pintada.

De Bera a Zugarramurdi

La idea surgió el año pasado, cuando Bera estaba volcada en la conmemoración del centenario del nacimiento de Julio Caro Baroja. Es cuando Ignacio Larra creó estas figuras para intentar transmitir el espirítu de don Julio al público infantil.

Una vez transcurrida la efeméride, el Museo de las Brujas de Zugarramurdi invitó a Ignacio Larra y a sus figuras a ocupar «su lugar natural». Despojadas del significado de Bera, han recibido un nuevo sentido, un nuevo ensamblaje y un nuevo lugar.

«En realidad, han venido de visita: ésta es su casa», explica Larra. «Aquí ejercen de lo que son: 'sorginak'».

En algunos casos hubo que cambiar su expresión, entristecer más los gestos, modificar la posición de los brazos, voltear las manos...

Larra piensa que su creación está «perfectamente adaptada a la modernidad del Museo», pero que ha añadido un toque distinto a la vez. «Por ejemplo, los niños y la bruja del farol tienen un aire muy rompedor, un espíritu muy moderno. Es algo muy difícil de conseguir, introducir unos montajes tan originales sin renunciar a la esencia del Museo». «No he hecho sino adecuar lo que ya había», comenta. «Pienso que he captado el espíritu y he sido muy feliz trabajando aquí. Estoy muy orgulloso». Según ha confesado el propio Larra, fundamentalmente pintor, «hacía mucho tiempo que no cogía los palos de modelar». Por eso, los encargos de Bera y del Museo de las Brujas le han hecho una ilusión enorme. «Para mí es un halago, supone un honor tener mis figuras en el Museo de las Brujas».

Renovación

La instalación de Larra 'Ongi etorriak gure Museorat!' es la parte visible de una renovación mucho más profunda del Museo de las Brujas. Hace ya siete años y medio que abrió sus puertas y era necesaria una renovación del funcionamiento. En los últimos meses se ha procedido a cambiar toda la instalación del equipo tecnológico y audiovisual, así como el sistema informático de gestión. or ejemplo, se han traducido todos los vídeos y textos al inglés, fruto de la demanda.

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