Santano apuesta por abrir una nueva etapa para San Miguel-Anaka con VPO de alquiler

«Hemos reformulado el proyecto», recordaba ayer el alcalde. Así, viviendas descartadas en las diversas ordenaciones manejadas por el Ayuntamiento durante décadas, finalmente se consolidan. «Hemos aprobado un plan de ayudas para que esos vecinos puedan invertir en la rehabilitación de sus casas; hemos solucionado los flecos pendientes con las empresas que aún quedaban allí; hemos invertido en el colegio público de Belaskoenea para ponerlo al día...».

Más allá de todo esto, San Miguel-Anaka se reorientará para responder a las nuevas necesidades. «Hace 10 años, apenas había VPO en Irun. Eso era una realidad que provocaba que existiera una enorme demanda. En ese tiempo, se han construido casi mil pisos protegidos. Entre eso y las exigencias de las entidades financieras para conceder créditos hipotecarios, la lista de demandantes de VPO se ha consumido. Lo que hay ahora son demandantes de VPO de alquiler». Para el primer edil «es una fórmula más acorde con los criterios de justicia e igualdad de oportunidades». En la nueva ordenación, además de un campo de fútbol, se contempla que el 50% del aprovechamiento en San Miguel-Anaka que es propiedad del Gobierno Vasco se mantenga como VPO y el 50% restante se destine «a viviendas públicas de alquiler». La principal dificultad, por supuesto, será económica, pues para construir las aproximadamente 450 viviendas, que se ofrecerían con alquileres de «entre 200 y 350 euros», los costes ascenderían a cerca de 50 millones de euros. Pese a que la cifra es abrumadora, Santano valoraba que, «con la colaboración de otras instituciones, en cuatro años podríamos sacarlo adelante, a razón de 12 millones anuales. El Ayuntamiento solo no podría», admitió.