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Txaranga. Mauxitxa volvió a ser fiel a su cita con el Carnaval.
El Carnaval se despide hasta 2018

El Carnaval se despide hasta 2018

El parque de Maala centró la mayor parte de la actividad festiva debido al mal tiempo

AITOR ZABALA

Miércoles, 1 de marzo 2017, 01:07

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La lluvia no quiso perderse el adiós de Elgoibar a las fiestas de Carnaval y, para desgracia de los elgoibartarras, su presencia en varios momentos de la jornada se convirtió una compañía algo más que molesta. Afortunadamente, los elgoibartarras cuentan desde hace un par de años con un sensacional espacio cubierto en la zona de Maala para hacer frente a estos problemas cada vez que el tiempo muestra su peor cara y ayer no fue una excepción.

El inicio del programa de actos estaba anunciado para las 16.45, con la concentración de disfraces en Kalegoen y la posterior verbena infantil amenizada por los entusiastas miembros de Kantu Kolore. El mal tiempo obligó a trasladar estos festejos al parque de Maala y allí, bajo la cubierta diseñada por el elgoibartarra Iosu Gabilondo, pequeños y mayores pudieron cantar y bailar sin freno.

El siguiente punto fuerte de la jornada era el pasacalle de la comparsa de gigantes, cabezudos y zezenzikletas con la compañía de la txaranga Mauxitxa. En este caso, el mal tiempo se cobró su tributo y, ante el riesgo de los daños que pudieran sufrir los gigantes y los cabezudos con la lluvia, se optó por mantenerlos a cubierto y no sacarlos a la calle, a la espera de una mejor ocasión. Ante este panorama, la responsabilidad de dar color a la fiesta quedó en manos de los miembros de la txaranga Mauxitxa, quienes, una vez más, cumplieron con creces su cometido, poniendo a bailar a pequeños y a mayores.

Hogar del Jubilado

La fiesta también tuvo su reflejo en el Hogar del Jubilado, donde no faltaron ni la música de la Orquesta Eguren ni las ganas de bailar de los más animosos. Tampoco faltaron las ganas de divertirse en especial por parte de aquellos que cumplieron a rajatabla con la tradición del carnaval y aprovecharon el día para disfrazarse. Charlot, algunos chulapos y manolas, así como marchosas mujeres recién llegadas del carnaval de Río, piratas y algún que otro caballero templario disfrutaron al ritmo de la veterana orquesta y lo dieron todo para hacerse con algunos de los premios del concurso de disfraces que organiza el Hogar del Jubilado.

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