Eibar, en la Ruta del Hierro de los Pirineos

Hoy por hoy, Eibar marca el extremo occidental de una ruta que comprende Andorra, Aquitania, Cataluña y Gipuzkoa. Después de haber visitado enclaves como la ferrería de Agorregi en Aia o el parque minero de Arditurri en Oiartzun, la delegación se trasladaba ayer al Museo de la Industria Armera. La directora de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, la eibarresa María José Tellería, destacaba durante la visita de ayer el trabajo a desarrollar en materia de comunicación de la Ruta del Hierro de los Pirineos, de cara a su difusión como una marca en común.

Las jornadas de trabajo que se han desarrollado desde el miércoles hasta ayer han servido para conocer experiencias como las llevadas a cabo en Andorra, uniendo minas de hierro con rutas a pie o en bicicleta, y también utilizando novedades como la bicicleta eléctrica. «Aquí nos estamos encontrando con un aspecto muy industrial, propuestas muy grandes» señalaban. La visita de ayer en Eibar se trasladaba después a la ferrería de Mirandaola en Legazpi. Además de estas localidades, el patrimonio de Beasain, Ormaiztegi, Mutiloa y Zerain forman parte de esta iniciativa en Gipuzkoa. También el Museo de la Máquina-Herramienta de Elgoibar y recursos del entorno de Azpeitia y Errenteria están encaminados a su adscripción a la ruta.

Los integrantes de la asociación cultural Ruta del Hierro de los Pirineos pudieron conocer ayer la colección de armas de Eibar iniciada en 1914, que se puede ver en el Museo desde el año 2007, así como la segunda fase abierta en 2009, que hace un recorrido por la historia de la ciudad a través de su industria y de los cambios en los procesos de trabajo. Los objetivos que se plantea la asociación pasan por «desarrollar una labor conjunta de estudio, conservación y difusión en torno a la cultura y tradición del hierro con el fin de poner en valor el patrimonio y la cultura relacionada con el hierro y la actividad siderúrgica, minas, ferrerías, archivos y arquitectura y situar un mayor número de recursos en un itinerario europeo».

La defensa del patrimonio histórico y cultural de cada localidad se abordará a través de acciones conjuntas. «La primera actuación de la red ha incidido en la mejora de las infraestructuras de cada lugar para crear una Ruta con servicios de calidad. En este momento es posible recorrer la ruta y conocer un gran patrimonio cultural industrial como minas, ferrerías, hábitat de los obreros, etcétera, y tener acceso a actividades y demostraciones presenciales» explicó María José Tellería.