Borrar
Autor. Rafa Herce participa también en escena.
Rafael Herce: «El espectador se va a encontrar un espejo donde se va a ver a sí mismo»

Rafael Herce: «El espectador se va a encontrar un espejo donde se va a ver a sí mismo»

La compañía Banarte regresa este viernes a Eibar con 'Dudas razonables', su propia versión teatral de '12 hombres sin piedad'

FÉLIX MORQUECHO

Miércoles, 18 de enero 2017, 00:10

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Apenas 15 kilómetros separan Abadiño de Eibar, una distancia que el teatro reduce a 0 por la conexión que la compañía Banarte estableció con su anterior trabajo. El eibarrés Rafael Herce escribió el guion de 'Guernica 1913', una historia sobre el conflicto obrero que vivieron los trabajadores eibarreses de hace un siglo, y aquella obra fue un punto de inflexión para la compañía. Ahora regresan con un nuevo trabajo, 'Dudas razonables', una obra de teatro también escrita por Herce a partir de un guion de televisión. Se estrenó el pasado mes de abril y este viernes llega al Teatro Coliseo.

  • Obra.

  • 'Dudas razonable.

  • Dirección.

  • Javier Liñera.

  • Intérpretes.

  • Aitor Coello, Rafa Herce, Rosane Mateo, Loli Reñón, Dolma Romera, Isabel Rodríguez, Eduardo Falces, Eduardo Pombar e Idoia Bilbao.

  • Cuándo.

  • Viernes día 20 a las 20.30 horas.

  • Dónde.

  • Teatro Coliseo.

  • Entrada.

  • 5 euros.

-'Dudas razonables' pone en escena a un jurado popular, algo que da juego.

-Sí, la obra está inspirada en '12 hombres sin piedad', el guion de televisión que hizo Reginald Rose para el Estudio 1 de la ABC americana, que luego se pasó al cine donde consiguió una gran fama. Después se han hecho muchas versiones y en España hubo una en Estudio 1 de Televisión Española, que es muy buena. Nosotros nos hemos inspirado en esa estructura dramática, en el problema que planteaba Rosen en su tiempo y lo hemos pasado al aquí y al ahora.

-Una puesta al día, ¿con qué cambios?

-El jurado popular en este país es de nueve personas, además ahora son hombres y mujeres, no hay pena de muerte... pero hemos mantenido la misma estructura y tratamos el tema desde el punto de vista más humano. Se refleja lo complicado que es separar nuestras propias vivencias, nuestras experiencias, nuestras circunstancias para poder ser neutral y aséptico, y poder dar un veredicto.

-Es una obra que se ha vestido de actualidad pero en la que siguen apareciendo temas universales.

-Sí, hay nueve personas en escena que están hablando sobre si un chaval es culpable o no, pero en realidad de lo que están hablando es de los prejuicios que cada uno de esos personajes tiene. Uno, porque el hijo se le ha ido de casa y no le hace caso, el otro porque tiene una ideología más conservadora, aquel porque es más humano y considera que hay que hablarlo, otro porque es más racional y piensa que hay que fijarse más en las pruebas... Al principio todo es bonito, todo es fácil, todo son risas, pero al final las cosas son duras, las decisiones son jodidas de tomar y ahí aparece el rasgo que tiene cada uno.

-Usted sigue siendo el eibarrés de la compañía, pero en esta obra participa también otro, Eduardo Falces. ¿Cómo surgió esa colaboración?

-Conocemos su trayectoria en Teatro Interior, y Sardo Irisarri, que nos dirigió en 'Guernica 1913', había dirigido a Teatro Interior en dos obras. Ahí empezó una relación y esta vez vimos que necesitábamos gente para completar el elenco. Para ello echamos mano de gente que conocemos y entre ellos está Eduardo, que ha funcionado perfectamente y da una vida al personaje increíble.

-Si no me equivoco, en este juicio cuentan con la voz de una juez auténtica.

-Sí (ríe). Estábamos pensando quién podría hacer la locución, barajando varias posibilidades. Yo trabajo en Euskal Telebista y Garbiñe Biurrun suele colaborar mucho con el canal. Por eso se nos ocurrió, se lo planteé y dijo que sí, y participa poniendo su voz. En este caso la juez que manda al jurado es auténtica.

-¿Qué respuesta se están encontrando en el público?

-Es una respuesta muy positiva, el público se engancha y queda prendado de una manera que incluso nos ha sorprendido. ¡Y eso ocurre con una obra que la gente conoce! '12 hombres sin piedad' lo recuerdan muchos, tanto la película como el programa de televisión, y además todo está bastante claro, es un juicio a un chaval en el que todos votan culpable al principio... es una obra que está como prevista, pero la trama dramática que hizo Rose está tan bien que engancha al principio al espectador y no le suelta hasta el final. Y la gente lo siente. Nosotros desde el escenario notamos cómo la gente en el patio de butacas va cambiando, de las primeras risas iniciales, se hacen chistes, la gente se ríe, pero luego todo va pasando hacia un final bastante duro. Vas sintiendo el peso del silencio según va avanzando la obra. En todas las representaciones nos estamos encontrando con una respuesta muy agradecida por parte del público.

-'Guernica 1913' fue un antes y un después en el grupo Banarte. ¿Qué ha quedado?

-'Guernica 1913' ha sido un hito, ha marcado un punto de inflexión. La gente del grupo está más asentada, se plantea un trabajo más serio. 'Guernica 1913' tuvo la característica de ser un trabajo íntegramente nuestro, desde el texto a la puesta en escena, vestuario, música... todo se hizo en el grupo y eso creó un sustrato, nos fijó a todos un poco más. Luego, nos ha llenado mucho la buena respuesta que tiene (porque todavía está en cartel y acabará en las Jornadas de Teatro de Eibar) no solo en Gernika o en Eibar, sino cuando la hemos pasado en Madrid, en Zaragoza, en Valladolid o Granada. Es una obra que llega muy bien siendo un trabajo bastante árido. No deja de ser la historia de una huelga, un conflicto, es una cosa histórica pero a la gente le llega y le engancha.

-Por último, dice que la gente conoce '12 hombres sin piedad', la historia que inspira 'Dudas razonables', pero seguro que hay quien no la ha visto. ¿Qué se va a encontrar el público?

-El espectador se va a encontrar un espejo donde se va a ver a sí mismo. Se va a poner en la situación en la que se vería si un día llega una carta certificada a su buzón y le llaman para un jurado popular. ¿Qué pasaría si él tiene que juzgar eso? ¿En cuál de los nueve personajes se reflejaría? Se va a quedar con esa pregunta y nosotros perseguimos que se la lleve a casa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios