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Las visitas sirven para ver el monte con otros ojos. Lo que parecen ondulaciones del terreno son las trincheras en las que se vivió la crudeza de la guerra.
Unas trincheras muy cercanas

Unas trincheras muy cercanas

Las visitas al frente de guerra se retomarán los sábados de mayo después de sufrir las inclemencias del tiempo

FÉLIX MORQUECHO

Domingo, 29 de marzo 2015, 01:06

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Posiblemente ningún eibarrés del año 2015 quisiera verse en la situación que les tocó vivir a los vecinos de 78 años atrás. Mantener los hábitos del día a día en una ciudad asediada, esperar turno para subir en camión nocturno a Usartza para jugarse la vida en el frente o estar atentos a las campanadas que recomendaban acudir a un refugio porque los aviones se acercaban para disparar sobre la ciudad, fueron realidades que los más mayores aún recuerdan. Pero no querer vivir aquello no significa no querer saber lo que ocurrió. Los combates se libraron en Arrate, Kalamua, Akondia y muchas otras cimas que hoy se nombran en charlas montañeras. La puesta en marcha del Centro de interpretación de la Guerra Civil en Arrate ha permitido una forma distinta de mirar la historia local.

Entre el mes de febrero y el de marzo se programaron las cuatro primeras excursiones por el frente de guerra. Jesús Gutiérrez y José Luis Valenciaga fueron los encargados de guiar a la veintena de personas que en cada ocasión acudieron para recorrer el monte de otra manera. «Queremos trasladar sensaciones. Hemos paseado por estos montes muchas veces, pero hay que verlos con otros ojos para darse cuenta de lo que ocurrió», señalaba Valenciaga en una de las caminatas. Según se mire, el tiempo se alió con o contra estas visitas. Tan solo en una ocasión la meteorología permitió que se pudieran apreciar las distancias de una cima a otra, los puntos desde los que combatían los sublevados contra los defensores del régimen republicano. «Pues sí que tuvo que ser duro estar aquí, con este tiempo durante siete meses», comentaban algunos de los asistentes de las tres jornadas restantes, entre lluvia, barro y una espesa niebla.

La visita arranca en el Centro de interpretación situado en el edificio de la colonia de Arrate. Allí se pone en situación a los visitantes en una sala que refleja el ambiente cerrado de una trinchera. Después llega el momento de hacerse al monte para recorrer los paneles informativos situados en seis puntos del entorno. A pocos metros de la colonia llega la primera parada. «¿Qué veis?». Frente al restaurante Cantabria, entre mesas de piedra, se observa un camino hundido respecto al resto del terreno. La primera de las trincheras recorre todo el camino que lleva a la cruz de Arrate. Lo que hoy en día parece la huella de las pisadas o un capricho del terreno albergó en 1937 los puestos de combate. Los relatos de la época permiten saber que incluso en una ocasión soldados de los dos bandos entraron al Santuario sin percatarse de ello hasta que algún «¡adelante, mis requetés!» alertó a los locales.

El conocimiento de Gutiérrez y Valenciaga de distintos aspectos de lo que ocurrió en el frente de guerra en Eibar permite conocer detalles sumamente curiosos durante la excursión. Desde la Cruz de Arrate disparaban certeramente a la estación de tren, y por eso se dejó de usar pasando la de Ardanza, resguardada, a ser la de uso corriente. «El tiroteo a Santa Cruz era continuo», recordaban. También está la historia del proyectil que cayó en la calle Fermín Calbetón sin explotar y fue dando botes hasta la plaza de Unzaga, mientras los sorprendidos vecinos se iban apartando. «El 25% de los proyectiles no llegaron a explotar», recordaron. De ahí que décadas después de aquel invierno de 1936 a 1937, se hayan seguido encontrando granadas de mortero. «En el campanario de la parroquia San Andrés aparecieron dos, y el último en los movimientos de terreno de unas obras en Jardiñeta».

Cuatro recorridos más

Los recorridos por el frente de guerra tuvieron una respuesta importante y las cuatro fechas programadas se completaron rápidamente. Por ese motivo el Ayuntamiento ha organizado otras cuatro sesiones que se celebrarán los sábados días 9, 16, 23 y 30 de mayo, también con Gutiérrez y Valenciaga como conductores. Después serán los adjudicatarios de la explotación de la colonia de Arrate los que continuarán la actividad. Además, el Centro de interpretación de la Guerra Civil de Arrasate abrirá de 10.00 a 14.00, en jornadas de puertas abiertas, todos los sábados, desde el 28 de marzo al 30 de mayo, excepto el 4 de abril.

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