Algo se mueve en el belén

Esta no fue la única novedad que se dio a conocer ayer, en la presentación oficial del belén (la apertura al público tendrá lugar hoy). Otra de las incorporaciones es la de un telar fabricado a partir de un modelo que Elgojaiotza localizó en una localidad riojana.

Al igual que en el caso anterior, un hombre manipula la máquina mientras da forma a lo que parece ser una alfombra o una manta. Junto a él esta la vieja hilandera, una figura ya clásica del nacimiento elgoibarrés al igual que otras muchas imágenes y conjuntos con movimiento repartidas por los 40 m2 que ocupa el belén: el Niños Jesús, la Virgen María y San José, los herreros, los ferrones, las lavanderas, los vendimiadores, los recolectores de olivas,...

Además, los visitantes más perspicaces tendrán la ocasión de sorprenderse con otros cambios que los belenistas elgoibarreses han incorporado al nacimiento, algunos tan curiosos como el de la serpiente que se sumó el año pasado a la escenografía. «Ha pasado un año y de entonces aquí ha crecido bastante. Más de uno se puede llevar un susto al verla aparecer», manifestó con humor uno de los belenistas de Elgojaiotza.

El belén abrirá sus puertas al público hoy y se podrá visitar hasta el 18 de enero, día posterior a la festividad de San Antón, de lunes a jueves, entre las 17.30 y las 20.30, y los sábados y los festivos, de las 10.30 a las 13.30, y de las 17.30 a las 20.30 horas.

Apuesta por la seguridad

Uno de los aspectos que quizá pase más desapercibido pero que más ha costado a los belenistas, tanto en el trabajo que les ha supuesto como en el apartado económico, ha sido el de la mejora de la seguridad del local parroquial que acoge al nacimiento. Han pintado el suelo y las paredes con pintura ignífuga, han colocado una instalación eléctrica nueva y han utilizado telas también ignífugas tanto en la parte superior del belén como en la parte que cubre el entramado que lo sustenta.

Además, se ha instalado un botón de emergencia conectado a una alarma luminica-acústica y se ha establecido un aforo máximo de 35 personas. «En más de treinta años nunca ha pasado nada, pero hemos decidido prevenir antes que lamentar y tomar medidas para garantizar la seguridad de los visitantes y del propio belén», manifestaron desde Elgojaiotza.