Una decena de pasos sobreelevados darán más seguridad a los peatones

Los lugares de la ciudad donde se instalarán los pasos son: en el cruce entre Karmen y Barrena (cruce del Loyola); en la calle Bidebarrieta en su encuentro con Urkizu; en Urkizu número 1; en la calle Aldatze (a la salida del colegio); en San Kristobal número 21; en la Avenida de Otaola (junto al tanatorio); en Urkizu número 22 (frente al Agiñaspi); en Jardineta, entre los números 1-3; y en la trasera de Urki 16.

Los puntos nombrados se unirán a otros varios ya existentes en diversas calles de Eibar, y que se han instalado, tras haberse comprobado su correcto y buen funcionamiento. Este tipo de pasos de cebra consisten en crear un paso de peatones que se levante ligeramente sobre la carretera, de manera que esa elevación sitúe al mismo a la altura de las aceras.

Múltiples ventajas

Asimismo, se señalizarán debidamente, tanto horizontal como verticalmente, de manera que los peatones los visualizarán correctamente, y los conductores de los vehículos también los verán a medida que se aproximen, para así tener tiempo de sobre para reducir la velocidad y no dañar el sistema de suspensión del medio de transporte.

No en vano, la consecución de este plan persigue una doble función para estas elevaciones para el paso de los peatones: por un lado, se obliga a los conductores a aminorar la velocidad. Además, se lleva a cabo de manera menos agresiva que las habituales bandas elevadas longitudinales que ya existen en otros puntos de Eibar y que, normalmente, resultan más difíciles de detectar, debido a su escasa elevación, lo que puede llegar a dañar la suspensión de los ejes de las ruedas; por otro lado, al quedar el paso sobreelevado a la misma altura que la acera, se facilita el acceso a personas de movilidad reducida, por lo que resulta una ventaja integradora para estas personas, que ya no dependerán tanto de la ayuda ajena y los hará más autónomos.

Con esta iniciativa se forzará a los conductores a cambiar el mal hábito de acelerar para evitar que crucen la calle los peatones. La reducción de velocidad es obligatoria. El fomento de estas buenas prácticas hará posible una convivencia más civilizada entre todas las personas que comparten el mismo espacio en esta ciudad.