Recibimiento de la comarca a los niños saharauis

Treinta años de un proyecto solidario con un pueblo que reclama su tierra, su esencia como pueblo, y que en nuestra comarca se lleva realizando desde 2002, gracias al impulso de la asociación Hare Haizea, que aglutina a voluntariado de toda la comarca. La presencia de Koldobike Olabide, alcaldesa de Legazpi; Mikel Serrano, alcalde de Zumarraga, y Jon Luqui, alcalde de Urretxu, avala el apoyo institucional hacia esta iniciativa y, como se dijo en la presentación, el apoyo que como un pueblo más de Euskal Herria se da al pueblo saharaui. Todos ellos elogiaron la iniciativa, a quienes la llevan a cabo y en lo personal, lo que de riqueza personal trae consigo la convivencia con estos niños saharauis, que con una sola mirada de amistad y gratitud te llenan el corazón. Se ha llegado a contar con 15 niños pero en la actualidad, las familias de acogida son menos y el número de esta edición es de siete.

Dos de ellos repiten

Se llaman Salka, Dekala, Leila, Enguia, Ahmed, Yadad y Alamin y vienen con la tutoría de Mohamed Yahdih Boutabaa, responsable de la expedición de este año. Los niños de acogida comprenden edades de 9 a 10 años. De los que este año llegan dos son nuevos y los otros cinco repiten experiencia.

Van a convivir con sus respectivas familias de acogida desde el 2 de julio, cuando llegaron, y hasta el 31 de agosto, en que regresarán a los campamentos de refugiados de Tindouf. En el hospital comarcal serán atendidos por el departamento de Pediatría y se les tratará sobre las carencias sanitarias que presenten. Frecuentemente son de dos tipos, asma y vista.

Además, como desde el principio, el gabinete de la dentista Itziar Oñatibia, hoy sucedida por I. Ayllon, pondrá a punto el estado sanitario bucal.

Polideportivos y piscinas, voluntariado diverso, velarán porque estos días de calor inhumano en los campamentos sea sustituido en esta comarca por la felicidad de ser niños y comportarse como tales y en paz.

Cada año se producen gestos y vivencias emocionantes de las que unen a las gentes por encima de credos, etnias u opiniones.

Es el caso que se va a producir este fin de semana en la localidad de Luqui, en Navarra. Una de las familias pasa sus vacaciones en ese pequeño pueblo. Algunos niños se enteraron del programa 'Vacaciones en Paz' y decidieron apoyar la idea. Para ello montaron un taller de bombones y los han estado vendiendo para recaudar fondos con los que apoyar a estos niños durante sus días de vacaciones.

Total, que la que se ha armado en Luqui va a ser de traca, con una jornada festiva en la que tendrán juegos, piscina, paella gigante para todos y una jaima a la intemperie en la que podrán pasar la noche conviviendo todos juntos.

No faltará el agasajo de las autoridades locales y un fin de semana inolvidable.